Bogotá. El presidente colombiano, Gustavo Petro, ordenó este miércoles a la embajadora de su país en Egipto, Luz Elena Martínez, averiguar cuántos mercenarios colombianos murieron en un avión emiratí que el Ejército sudanés aseguró haber derribado.

“He ordenado a nuestra embajadora en Egipto averiguar cuántos colombianos murieron, se habla sin confirmar de 40. Veremos si logramos el retorno de sus cuerpos”, expresó el mandatario en un mensaje publicado en la red social X.

Según la televisión oficial sudanesa, el avión fue derribado cuando los mercenarios se dirigían al aeropuerto de Nyala, capital del estado sudanés de Darfur Sur y bajo control del grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).

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El avión, agregó la televisión, transportaba al menos 40 mercenarios y en el ataque fueron destruidos también cargamentos de armas.

De acuerdo con la versión castrense, el avión fue derribado en el momento del aterrizaje gracias a información de los servicios secretos del Ejército, que habían seguido el vuelo de la aeronave desde su despegue de una base área en el golfo Pérsico, sin precisar su origen.

Este ataque se produce dos días después de que el Gobierno de Sudán, controlado por la cúpula militar, reiterara su denuncia sobre la participación de mercenarios de Colombia que luchan con el grupo paramilitar FAR en la guerra en curso en el país africano, tras un repunte de la violencia en la estratégica región occidental de Darfur.

En julio pasado, Rusia también denunció el alto número de mercenarios colombianos en filas de las Fuerzas Armadas de Ucrania.

Proyecto contra reclutamiento de mercenarios

El gobierno colombiano radicó en agosto del año pasado un proyecto de ley para evitar el reclutamiento de mercenarios por parte de organizaciones que los llevan a guerras que no tienen nada qué ver con su país, como ocurre con las de Sudán y Ucrania.

La iniciativa busca aprobar la Convención Internacional Contra el Reclutamiento, la Utilización, la Financiación y el Entrenamiento de Mercenarios, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 4 de Diciembre de 1989.

“He solicitado mensaje de urgencia para el proyecto de ley que prohíbe el mercenarismo. Es también una trata de hombres convertidos en mercancías para matar. Tanta guerra quisieron dentro de Colombia, que al debilitarse la guerra en el país, la buscan fuera, donde nadie nos ha hecho daño”, expresó Petro este miércoles.

El caso más conocido de este tipo ocurrió durante la madrugada del 7 de julio de 2021 cuando un grupo de mercenarios supuestamente colombianos entraron a la residencia privada del entonces presidente de Haití, Jovenel Moise, en Puerto Príncipe y lo asesinaron.

Según la Policía haitiana, 18 militares retirados colombianos fueron capturados tras el asesinato de Moise y otros tres fueron abatidos.

De acuerdo con las investigaciones, el magnicidio fue cometido por un comando de 26 mercenarios colombianos que irrumpieron de madrugada en la residencia presidencial, sin hallar resistencia por parte de las fuerzas de seguridad que custodiaban la mansión, situada en el sector de Pelerin, en Puerto Príncipe.