A la casa del escritor colombiano Gabriel García Márquez, han llegado amigos, vecinos y conocidos para expresar sus condolencias a los familiares del Premio Nobel luego de su partida.

La tarde de este sábado, Jaime García Márquez, hermano del escritor, llegó procedente de Cartagena a la casa localizada en el número 144 de la calle Fuego, en Jardines del Pedregal, al sur de la ciudad de México, para reunirse con el resto de la familia.

El hermano de García Márquez entró a la casa sin dar ninguna declaración y con el semblante triste. Llegó acompañado por el poeta José Luis Díaz Granado, quien comentó que llegó a la Ciudad de México desde Bogotá para acompañar a la familia del escritor.

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“Vine con el hermano de ‘Gabito’, el más grande escritor del mundo, a acompañar a Mercedes” expresó el poeta.

Al domicilio también llegó Cristóbal Pera, uno de los editores de Random House, acompañado por su esposa e hijos, “como editores de García Márquez, venimos a dar el pésame a la viuda y los hijos”.

Cristóbal Pera, quien editó los libros “Memorias de mis putas tristes” y “Yo no vengo a decir un discurso” dijo que recuerda al escritor con mucho cariño, “era una persona maravillosa, muy afectuoso, bromista y con gran sentido del humor”.

Horas más tarde, el editor se retiró de la casa y comentó que los familiares de Gabriel García Márquez se encuentran “enteros pero muy tristes”.

No descartó que una obra escrita por García Márquez llamada “En Agosto nos vemos” y que al parecer editó hasta los últimos momentos de su vida podría ser publicada de forma póstuma, aunque señaló que “la decisión será de los familiares”.

Añadió que asistirá al homenaje del escritor el lunes próximo en el Palacio de Bellas Artes.

Algunos ramos de flores permanecen en la entrada del hogar, mismos que han colocado vecinos, amigos y admiradores.

Nora Figueroa de la Fuente, maestra de literatura, llevó un ramo de rosas a la entrada de la casa del escritor como muestra de su gratitud por las obras literarias que escribió.

“Le paso unas rosas porque nos hizo felices en la juventud, y ahora también, le leímos mi esposo y yo desde que teníamos 22 años, cuando salieron los primeros libros de él, un hombre maravilloso” comentó Nora.

El inmueble permanece resguardado por elementos de la Policía Bancaria e Industrial (PBI), quienes están al pendiente de la gente que entra y sale de la casa localizada al sur de la ciudad de México.