La victoria de Javier Milei ha sacudido a Latinoamérica y ha desatado reacciones a favor y en contra que hacen prever tiempos de tensión.

Como lo habían hecho otros gobiernos de izquierda de la región como el de Venezuela, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador se sumó el martes a las críticas a Milei aunque descartó una eventual ruptura con Argentina alegando que hay “muy buenas relaciones con el pueblo argentino”.

“Nosotros respetamos la decisión que tomó un grupo mayoritario en Argentina. Respetamos esa decisión, aunque es algo que consideramos no les va ayudar”, dijo el mandatario en su conferencia matutina al expresar su abierto rechazo a los gobiernos de derecha a los que consideró “racistas” e “hipócritas”.

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“Ya es público y notorio que nosotros no coincidimos con los que sostienen una política autoritaria, privatizadora, racista, clasista”, indicó López Obrador al recordar a los fallecidos dictadores Francisco Franco de España, al chileno Augusto Pinochet y al argentino Jorge Videla, pero descartó compararlos con Milei.

López Obrador sostuvo que en las elecciones argentinas influyó el “control mediático” de la derecha. “Es muchísima la manipulación. Para decirlo, en una palabra, con todo respeto, fue un autogol”.

El gobernante mexicano también mencionó al expresidente argentino Mauricio Macri (2015-2019) y lo señaló de haber pactado con el Fondo Monetario Internacional, con el apoyo del entonces gobierno estadounidense, para que le concedieran “créditos excesivos” para lograr la reelección que finalmente no obtuvo.

“El Fondo Monetario que endeudó a Argentina, pues ahora tiene que ayudarles. A lo mejor ahora que está un simpatizante de ellos deciden cumplir con la responsabilidad que tienen en haber ocasionado la crisis de Argentina”, acotó.

El presidente venezolano Nicolás Maduro manifestó el lunes que el triunfo de Milei representa “una tremenda amenaza” para América Latina y el Caribe. “Ganó la extrema derecha neonazi en Argentina”, dijo Maduro en su programa semanal de radio y televisión.

El gobernante sudamericano afirmó que Milei pretende liderar un proyecto continental “absolutamente colonial, arrodillado al imperialismo norteamericano”.

A las críticas por el triunfo de Milei en Argentina también se sumó el gobernante colombiano Gustavo Petro, quien el domingo expresó en su cuenta de la red social X, antes Twitter, que era un resultado electoral “triste para América Latina… el neoliberalismo ya no tiene propuesta para la sociedad, no puede responder a los problemas actuales de la humanidad”.

Al referirse al mandario electo Petro dijo que los vínculos entre Colombia y Argentina se mantendrán bajo el “respeto mutuo” e indicó que espera que la izquierda argentina haga las “valoraciones que le permitan a los pueblos latinoamericanos aprender de las lecciones de la historia”.

A los comentarios de Petro reaccionó el mandatario salvadoreño Nayib Bukele, quien se burló de su par colombiano en la red social señalando “ahora dilo sin llorar”.

Otros gobernantes de izquierda de la región como Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil y Gabriel Boric de Chile se mostraron más moderados frente a los resultados electorales del país vecino y el mismo domingo felicitaron al nuevo gobierno.

Pese a las críticas de Milei a Brasil, Lula se manifestó dispuesto a seguir trabajando con Argentina. “La democracia es la voz del pueblo y siempre debe ser respetada... Argentina es un gran país y merece todo nuestro respeto”, dijo el mandatario brasileño en su cuenta de X.

Sin embargo, el asesor en política exterior del presidente brasileño, Celso Amorín, declaró la víspera a medios locales que Lula no asistiría a la toma de posesión de Milei, prevista para el 10 de diciembre, porque “fue ofendido personalmente”.

De momento se desconoce si Boric irá al cambio de mando en Argentina. La ministra vocera Camila Vallejo dijo el lunes que “eso va a depender mucho de la agenda presidencial” pero destacó que “nuestro objetivo central es mantener una buena relación diplomática con Argentina”.

En diciembre de 2021, tras el triunfo de Boric en los comicios presidenciales, Milei había dicho que le parecía “una noticia verdaderamente espantosa” y que “el problema es que Boric es de extrema izquierda, es comunista”.

Boric milita en Convergencia Social, un partido miembro del izquierdista Frente Amplio.

La elección del líder de La Libertad Avanza, quien se impuso por amplia mayoría en los comicios del domingo sobre el candidato oficialista Sergio Massa, también se convirtió en tema de debate en la política mexicana.

Algunos expresidentes mexicanos conservadores como Vicente Fox (2000-2006) y Felipe Calderón (2006-2012) y la candidata presidencial de una coalición opositora Xóchitl Gálvez, felicitaron a Milei y consideraron su victoria de “histórica”.

Pero la candidata presidencial oficialista, Claudia Sheinbaum, llamó a los mexicanos, en particular a los jóvenes, a defender en los comicios de junio de 2024 los logros obtenidos durante el sexenio de López Obrador y que no permitan “regresar al pasado de corrupción y privilegios” y los “años del neoliberalismo”.