Lo que menos apetece después de celebrar una fiesta en casa es fregar los platos, o si no que se lo digan a Hélne Hoyois y Thibaut Gilquin, dos jóvenes emprendedores belgas que han creado la primera vajilla comestible para ahorrarse trabajo y no desperdiciar nada.
8 de noviembre de 2014 • 6:40pm
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