Decenas de madres, padres, estudiantes y maestros se congregaron en la entrada de la American Military Academy, en Bayamón, para dar el último saludo a quien a diario les saludaba al llegar al plantel: el sargento Miguel Ortiz.

El cortejo fúnebre con los restos de Ortiz y su hijo Michael, quien estudiaba en la academia, pasarán brevemente por la institución para luego seguir hacia el Cementerio Nacional.

"Él siempre te recibía en la puerta. Y luego tocaba un pito para que entráramos a los salones. Siempre tenía un chiste", recordó un estudiante, a pasos de donde se instaló un improvisado altar, lleno de mensajes de cariño hacia el sargento y su hijo Michael.

Relacionadas

"El sargento Ortiz guió a mi hijo desde primer grado. Era un hombre cariñoso, gracioso, amable", recordó una madre con tono acongojado y gafas oscuras, que prefirió no identificarse.