Durante este año 2023 que está por concluir, se refleja un alza de 1.8% en las personas víctimas del crimen que son mayores de 65 años de edad, una cifra en alza por la actividad delictiva que este fin de semana tocó a una familia en Yabucoa.

Para el 30 de noviembre, según estadísticas del Negociado de la Policía de Puerto Rico, se alcanzaron 17 casos, cuando se reportaron 13 asesinatos de hombres y cuatro mujeres.

En la tarde del pasado sábado –estadística que no está incluida en este reporte- se informó sobre un ataque a puñaladas por parte de septuagenario a varios miembros de su familia, entre ellos a su esposa de 80 años y su hermana de 76, quienes fallecieron. También hay herido un hombre de 82 años y un menor de 16.

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En comparación con el 2022, para el año pasado hubo seis crímenes, entre ellos, el de una sola fémina.

De acuerdo con las cifras del 2021 de la Uniformada, ese año asesinaron a 14 adultos mayores, entre ellos una mujer.

Uno de los casos que consternó al país quedó al descubierto el pasado 30 de octubre, cuando el agente José Miguel Centeno Sánchez se privó de la vida antes de que su residencia fuera allanada, en búsqueda de evidencia que lo conectara con el asesinato de su padrino en la santería, Idelfonso Janeiro Rodríguez, de 83 años, y su esposa Angélica Adorno Cruzado, de 77, cuyos cadáveres fueron hallados atados, amordazados y baleados en su hogar del barrio Arenales Bajos, en Isabela.

La investigación arrojó que el crimen se produjo en medio de un robo domiciliario para apropiarse de una cuantiosa cantidad de dinero que guardaba el matrimonio tras la venta de una propiedad.

Mientras Puerto Rico no superaba estos horrendos crímenes, en la víspera del Día de Acción de Gracias -el 22 de noviembre-, ocurrió otro desgarrador doble asesinato.

Se alega que Jenniel Rodríguez García, de tan solo 18 años, presuntamente asesinó a sus vecinos identificados como Henry Irizarry, de 75 años, y Genevive Rodríguez, de 80 años, al ser descubierto intentando hurtar un vehículo de motor que se encontraba en la residencia de la pareja, localizada en el barrio Húcares, en Naguabo.

La investigación reveló que cuando Rodríguez García fue sorprendido, se armó con palas y otras herramientas del patio con las que golpeó a la pareja, cuyos cuerpos quemó e incendió su hogar.

El acusado era vecino de los envejecientes.

En ambos casos, los matrimonios asesinados habían decidido mudarse a la isla tras su jubilación y los sospechosos eran conocidos.

El 3 de diciembre, en el kilómetro 22.6 de la carretera PR-184, del barrio Guavate, en Cayey, el maestro retirado Fidencio Alicea Arroyo, de 79 años, quien iba en compañía de su esposa, detuvo su vehículo mientras esperaba por alguien que los escoltara hasta una iglesia donde participarían de una actividad religiosa, ya que estaban perdidos.

Dos asaltantes transitaban en dirección contraria y uno de ellos, al verlos, decidió acercarse para robarles, por ser más vulnerables. Al delincuente aproximarse a ellos, Alicea Arroyo cerró la ventana por precaución y, sin mediar palabras, les dispararon. Su esposa resultó con una laceración en la pierna.

Esta tendencia no significa que el patrón continuará repitiéndose porque cada caso y sus circunstancias son diferentes. No obstante, el portavoz del NPPR, el coronel Pedro Sánchez, insistió en que se deben tomar medidas de seguridad individuales para prevenir, en la medida que se pueda, ser el objetivo de delincuentes.

Sugerencias de seguridad

En primera instancia, recomendó que los hijos o familiares cercanos deben visitarles con frecuencia y estar pendientes de sus asuntos; se deben pedir referencias si necesitan contratar personal para realizar labores o reparaciones en el hogar; no exponerse a ser víctima de delitos; evitar confiar ciegamente en las personas que se les acerquen; colocar cámaras de seguridad; no divulgar los bienes que posee; no guardar grandes sumas de dinero en efectivo en la casa ni hablar de ello en público; echar gasolina y retirar dinero de cajeros automáticos en horas del día en lugares seguros.

“No es que haya una tendencia a aumentar (este tipo de delito), es que tenemos eventos lamentables y es necesario que tengan un plan de seguridad para evitar exponerse a ser víctimas de delitos”, concluyó Sánchez.

Jóvenes siguen dominando las estadísticas

De otra parte, se observa que las edades de la mayoría de las víctimas del crimen reportados durante el período escrutado y en el 2022, fluctúan entre los 25 a 29 años, según se observa en las estadísticas preliminares y de trabajo del Negociado de la Policía de Puerto Rico.

La edad promedio cambió, si se compara con el año 2021 cuando era de 20 a 24 años.

“Se ha mantenido (esa tendencia), lo que ocurre es que mediáticamente cuando se ven casos de un niño o cuando mueren ancianos y cuando se trata de feminicidios se generaliza y es más impactante”, comentó el portavoz al hablar sobre la percepción de que se han incrementado los crímenes contra estos sectores de la población.

En el renglón de niños de menos de 10 años hasta 17 años, se adjudicaron hasta el mes pasado, 11 muertes violentas, lo que representa una disminución de 2.6% si se compara con el 2022 y el 2021.

Mientras que, en la categoría de 18 a 19 años, 18 fueron asesinados, una diferencia de seis más, que en el 2022 y dos menos que en el 2021.

De las estadísticas se desprende que en casi tres años se habían registrado 1,640 asesinatos de los cuales un 92% eran hombres y 7.2% mujeres. Fueron víctimas 43 menores de edad y 37 adultos mayores de 65 años.

Sánchez anticipó, de acuerdo con las expectativas del comisionado de la Policía, Antonio López Figueroa, que este año va a cerrar con una reducción histórica en la incidencia de asesinatos “porque ha sido consistente debido a los planes de trabajo integrados con la rama investigativa encargada del esclarecimiento y radicación de cargos y las intervenciones de la Superintendencia Auxiliar de Operaciones Especiales con organizaciones criminales”.