Áurea Vázquez Rijos tendrá que enfrentar las preguntas de la fiscalía esta tarde, como parte de la continuación del juicio en su contra por la conspiración para asesinar a su esposo, el empresario canadiense Adam Anhang.

Vázquez Rijos sorprendió ayer miércoles, cuando a través de su abogada Lydia Lizarríbar dijo que deseaba declarar, renunciando así a su derecho de permanecer en silencio.

Hoy en la mañana, en la continuación del interrogatorio de la defensa, Vázquez Rijos dijo que trató de venir a Puerto Rico en el 2008 para enfrentar las acusaciones en su contra, pero que no pudo hacerlo porque el padre de sus hijas gemelas nacidas ese mismo año no le dio permiso para que las niñas viajaran.

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Aseveró que la relación con el padre de las niñas se complicó luego que ofreciera una entrevista a un periodista.

Durante del interrogatorio, Vázquez Rijos admitió haber utilizado documentos falsos para poder continuar viviendo en la comunidad judía de Florencia (Italia), pero afirmó que lo hizo porque no tuvo más opciones y quería mantener en un lugar seguro a sus hijas.

Vázquez Rijos afirmó que había recibido muchas amenazas y se sentía “perseguida, insegura”. Aclaró que intentó buscar documentos para probar su ascendencia judía, incluyendo un infructuoso viaje a las islas Canarias, pero que al no conseguirlos decidió usar los documentos falsos.

Especificó que esos documentos tenían “información que no era verídica” y que “otros no eran originales”.

“Di esos documentos falsos porque estaba presionada. Estaba en contra del tiempo y no tenía opción”, afirmó Vázquez Rijos.

Esta tarde debe comenzar el contrainterrogatorio de la fiscalía.

Durante sus declaraciones del miércoles, Vázquez Rijos negó enfáticamente haber buscado los servicios de un gatillero. Negó también conocer a Alex Pabón Colón, el asesino confeso de Anhang.

Anhang fue asesinado el 22 de septiembre 2005. A Vázquez Rijos se le acusa de haber conspirado junto a su hermana Marcia y su excuñado José Ferrer Sosa, ambos coacusados, para que se cometiera el  asesinato por encargo.