El juez Luis B. Rivera encontró esta tarde causa para arresto contra Orlando Viera Díaz, el conductor del “four track” en que viajaba Sheila Márquez Villegas, la joven de 21 años que perdó la vida el 6 de abril en horas de la madrugada cuando el ahora imputado perdió el control del vehículo ilegal en que ambos viajaban en un tramo de la carretera PR-30, jurisdicción de Juncos.

La joven murió a causa de las heridas sufridas en el choque.

Rivera encontró causa por los delitos de homicidio negligente en la modalidad de embriaguez, manejar un vehículo todo terreno en la vía rodaje y manejar un vehículo en estado de embriaguez. Los primeros dos delitos son graves y el último es una infracción a la Ley 22 de Tránsito.

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También se presentaron denuncias por el delito grave de destrucción de evidencia y el delito menos grave de obstrucción a la justicia contra Lesuil Amador Cuadrado, a quien el Estado le imputa haber movido de la escena el “four track” que manejaba Viera Díaz. 

El magistrado le fijó fianza de $50,000 a Viera Díaz y de $25,000 a Amador Cuadrado. El primero prestaría la fianza mediante fiador y el segundo cualifica por los servicios de la Oficina de Servicios con Antelación al Juicio.

El cargo de homicidio negligente tiene pena fija de 15 años y el máximo de años en cárcel por el cargo de manejar un vehículo todo terreno en la vía pública es de ocho años. Ambos imputados, sin embargo, cualifican para probatoria.

La fiscal Betzaida Quiñones presentó la prueba con el agente de Homicidios Ramón Martínez. Quiñones explicó que el cargo de embriaguez se somete por dos razones: Viera Díaz se negó a hacerse la prueba de alcohol y existe prueba circunstancial y testifical que demuestra que estaba ingiriendo bebidas alcohólicas previo a la desgracia. 

“Esto es un granito de arena que se aporta para que se le haga justicia a mi nieta… las cosas no fueron como ellos dicen. Quiero que se sepa lo que realmente pasó. No hubo “hit and run” y a ella la abandonaron por encubrir la máquina”, dijo Guillermo Villegas Pagán, abuelo materno de Márquez Villegas.

“No hay sensibilidad. Por eso el país está como está. Ellos tenían miedo de perder algo material, pero no les importó la vida de una persona. Eso es lo que me duele”, agregó. “Vinieron con esa mentira para taparse y otra gente los encubrió”.

Villegas Pagán dijo que el proceso de sanación dentro de la familia apenas comienza. 

“Esta es una herida que nunca va a sanar. Estoy muerto en vida y estoy aquí de pie por mis nietos y mis bisnietos. A ella la sonsacaron para irse a correr ‘four track’”. 

El hombre la describió como una joven trabajadora, estudiosa y “madre 200%” de un niño de un año y nueve meses.

Para la fiscal Quiñones, esta presentación de cargos criminales podría servir para crear conciencia entre los usuarios de “four tracks” en las vías públicas para que internalicen que el sistema de justicia los procesará en caso de que haya tragedias como esta.

“La idea de todo esto es que los que estén en la calle sepan que guiar estos vehículos de motor todo terreno en la vía pública conlleva penalidades y hay consecuencias”, dijo Quiñones. “No quiero decir que todos los que utilizan ‘four tracks’ son violadores de la ley, quizás no todos tiene conocimiento de la ley, pero quien guíe un vehículo todo terreno (en la vía pública) incurre en un delito menos grave, conlleva multa, confiscación del vehículo y si hay daños a una persona guiando o como pasajero, conlleva otra penalidad”.

Quiñones recalcó que Viera Díaz nunca abandonó la escena aunque se ha establecido que otros motociclistas en el grupo sí lo hicieron. 

“Una de las personas que escondió el ‘four track’ y que está acusada hoy (Amador Cuadrado) hizo unas admisiones a esos efectos”.

Carlos Morell Borrero, uno de los dos abogados de Viera Díaz, insistió en que esto solo se trata de un accidente. 

“Esta es una situación bien desagradable para él. Eso es un accidente desgraciado y así todo el mundo lo entiende”, dijo. “Ha sido devastador para los padres de este joven, que siempre ha sido atleta, tiene un montón de sueños e ilusiones y quería mucho a esa jovencita que fallece por causas ajenas a su voluntad. También conoce a la familia y conoce el dolor de esos seres”.

Según dijo el letrado, su cliente no fue culpable de la muerte de Márquez Villegas.

“Eso fue un accidente”, dijo.