Cargos por recibo, disposición y transportación de bienes objeto de delito fueron radicados contra un hombre que dijo haber adquirido materiales de construcción y herramientas que según denunció el senador Eliezer Molina, fueron hurtadas de la residencia de su padre, Efrén Molina.

Los hechos se remontan al 28 de agosto, cuando el padre del senador presentó una querella en la que denunciaba el hurto de 10 ventanas de seguridad de aluminio y cristal, cuyo valor fue estimado en $2,000, dos puertas de cristal valoradas en $2,400, 300 bloques de hormigón, una planta eléctrica y una máquina de cortar grama.

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En el día de ayer, Molina llegó hasta una residencia en el barrio Cerro Gordo en Vega Alta, en la que según denunció en redes sociales, se encontraban las ventanas que les fueron hurtadas a su padre. Según informó la Policía, durante la investigación, a cargo de agentes del Cuerpo de Investigaciones Criminales de Vega Baja, el dueño de la casa donde se hallaron las ventanas, identificado como Ángel L. García Calderón, alegó que le había comprado la alegada propiedad hurtada a otra persona. Sin embargo, durante el desarrollo de la pesquisa, las autoridades no pudieron localizar al supuesto vendedor.

Tras consultar el caso con el fiscal Orlandy Cabrera Valentín, García Calderón fue conducido ante la juez Aida E Meléndez Juarbe, quien determinó causa para arresto y le impuso una fianza ascendente a $2,000, la que prestó. La vista preliminar en su contra fue pautada para el 17 de septiembre.

El jueves, Molina hizo una transmisión en vivo desde el lugar donde alegadamente se hallaban las ventanas hurtadas. De inmediato, el senador le increpó al dueño de la vivienda “mi propiedad está en tu casa”.

Mientras se adentraba en la residencia Molina relató que le habían robado las ventanas. “Entonces, yo vengo caminando, se le avisa a la Policía de Puerto Rico que mis ventanas y mis puertas, las de mi casa, que con mucho trabajo costó, estaban en aquella esquina. Y dice el tipo que la Policía de Puerto Rico vino y le dijo que tenía que guardarlas, porque se les iban a ensuciar y se les iban a dañar y se le iban a llevar. Que la Policía de Puerto Rico le dijo a él eso. Aquí está la gente, miren (mostró en señal de que tenía testigos). Y, tengo yo que venir y encontrar las put&$ ventanas que me robaron estos ladrones, porque la Policía de Puerto Rico no pudo hacer un car$%@. una vez más, no quiero pensar, que como saben que es la mía, que como es mi casa…”, contó Molina, sumamente molesto.