Tras escuchar a un testigo presencial del crimen y un agente que declaró sobre la confesión del acusado, la jueza Myriam C. Jusino, de la sala 606 del Tribunal de Primera Instancia de Bayamón, determinó este miércoles causa para juicio por asesinato en primer grado, Ley de Armas y destrucción de evidencia contra Neftalí Castillo Cabrera, el hombre acusado de matar al voleibolista, Jesús David Hernández Otero.

La lectura de acusación fue señalada para el 13 de mayo y el juicio para el 11 de junio.

Los testigos que estuvieron en sala hoy fueron el agente José Pagán y Luis Llanos. quien acompañaba a la víctima y al presunto agresor al momento de los hechos ocurridos el pasado 19 de marzo, en lo que ha sido considerado un crimen de odio por la orientación sexual de Hernández Otero, quien era homosexual.

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El abogado de defensa, Antonio Sagardía, pidió a la jueza que reconsiderara su decisión, ya que en su opinión, la prueba desfilada no era de asesinato en primer grado, sino de homicidio, pero Jusino reiteró su determinación.

Fuera de sala, el activista de derechos humanos, Pedro Julio Serrano, y Sagardía sostuvieron un careo, luego que como parte de la teoría de defensa -que también incluyó alegaciones de inadmisibilidad de la confesión- se dijo que la víctima se había hecho pasar por mujer, engañando a su cliente, quien se sintió molesto.

"(Pedro Julio) me dijo que era un homofóbico, yo que públicamente he dicho que deben darle los mismos derechos, que fui de los primeros que aplicaba la Ley 54 a todos. ¿Cuáles fueron las circunstancias del caso?, que este muchacho se hizo pasar por una mujer", dijo Sagardía al recordar que el encontronazo inició cuando se acercó a saludar a Serrano.

"Hubo un intento de la defensa de menospreciar y tratar de atenuar una asesinato tratando de utilizar la mal llamada y ya descartada defensa de pánico gay, donde el asesino entra en pánico, entra en cólera y mata a la persona. Aquí había premeditación y alevosía, dijo con anticipación que lo iba a matar", manifestó Serrano, quien afirmó que el letrado lo llamó "charlatán" en durante el encontronazo.

"El abogado de defensa trató de implicar que él (la víctima) se buscó ser asesinado, eso no es admisible, nadie busca ser asesinado", expresó Serrano.

Durante la vista preliminar, parte de la evidencia desfilada fue la confesión del acusado a un agente del orden público.

"Yo lo maté", le habría dicho Castillo Cabrera al agente José Pagán, del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Vega Baja, según declaró el Policía.

En la confesión, Castillo Cabrera relató que para el 19 de marzo llevaba meses contactando por texto y facebook a una mujer de nombre "Joana Torres", y que ese día supuestamente se verían por primera vez, a través de un amigo en común, que era Hernández Otero. Luego de recoger a Hernández Otero en su auto, el hoy acusado se dio cuenta que la mujer no existía, sino que era una invención del voleibolista.

"Me di cuenta que Joana no existía. Era un facebook falso. Me molesté", decía parte de la confesión escrita, según contó Pagán.

El agente agregó, a preguntas de la defensa, que Hernández Otero usaba esa cuenta para contactar hombres, que el acusado recibió fotos sensuales de la víctima donde se hacía pasar por mujer, que intercambiaron mensajes provocadores y que cuando Castillo Cabrera se percata que la mujer no existía, según la confesión, "sin pensarlo le dije a Luis que lo iba a matar".

Llanos fue el otro testigo de los fiscales Miguel Alameda y Enrique Rivera Mendoza. El joven acompañaba a Hernández Otero y a Castillo Cabrera -su vecino- el 19 de marzo cuando ocurrió el crimen. Este testigo se echó a llorar al principio de su testimonio y se resistía a identificar a Castillo Cabrera como el acusado.

Según Llanos, el acusado y él compartían horas antes del crimen jugando con una consola de vídeo cuando Castillo Cabrera recibió una llamada supuestamente de Joana. Los dos salieron a encontrarse con Hernández Otero, quien supuestamente conocía a la mujer, compran bebidas alcohólicas en una tienda y se dirigen a una playa cerca de Dorado.

En el camino conversan y Hernández Otero les dice que él es gay. Luego "Neftalí le pregunta a Jesús por Joana, él llevaba tiempo texteándose con ella y el muchacho, Jesús, dijo que 'si no está ella, ¿yo no te voy a tocar?'", testificó Llanos.

El testigo añadió que ese comentario puso "muy serio" a Castillo Cabrera y cuando llegaron a la playa cercana al negocio El Caracol en Dorado, en un momento que Hernández Otero comienza orinar cerca de una palmera, Castillo Cabrera dijo en voz alta: "Llegó el día de su muerte".

De acuerdo al testimonio, Castillo Cabrera se acercó a la víctima e intercambiaron golpes. La víctima se le escapó, pero el acusado lo alcanzó y continuó el forcejeo, hasta que finalmente vio que cayó sobre la orilla

Contó que el presunto asesino tenía manchas de sangre -Hernández Otero murió de múltiples cuchilladas-, y que ambos jóvenes huyeron del lugar, pero regresaron brevemente para tratar de recoger el teléfono de la víctima en la playa.