Un 95% de los casos en los que se activa de la Alerta Ashanti se ha esclarecido favorablemente gracias a la colaboración de la ciudadanía y su pronta respuesta a la notificación de las autoridades a través de sus teléfonos celulares con ese aviso que podría salvar una vida, ya que los esfuerzos de búsqueda se multiplican de una manera acelerada.

El presidente del Comité de Alertas de Puerto Rico, el teniente José Ayala Resto, expresó que los ciudadanos han respondido de manera efectiva y rápida cada vez que alguien desaparece en la isla, al tiempo que agradeció su colaboración.

El Plan de Alerta Ashanti, vigente en mayo de 2021, atiende los casos de desaparición de una persona de 18 años o más, que padezca discapacidad física o mental comprobada, o en circunstancias que se pueda comprometer la seguridad física del adulto desaparecido.

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“Un 95% de las alertas se esclarecen gracias a la ciudadanía. Ahora mismo en el caso de San Sebastián, fue un ciudadano que recibió la alerta y vio a la persona caminando media perdida y rápido vio una patrulla y les expresó (a los agentes) que creía que era la persona que estaban buscando y la Policía llegó a él porque un ciudadano lo vio. Es una herramienta que funciona y en muchos casos ha funcionado de esta manera”, expresó Ayala Resto.

Dionel de Jesús Martínez, de 37 años de edad, estaba en el hogar Land of Freedom de San Sebastián.
Dionel de Jesús Martínez, de 37 años de edad, estaba en el hogar Land of Freedom de San Sebastián. (Suministrada)

El funcionario se refería a la desaparición de Dionel De Jesús Martínez, de 37 años, el martes del hogar Land of Freedom de San Sebastián, donde estaba internado de manera voluntaria por condiciones de salud mental.

El comunicado circuló a eso de las 4:08 a.m. del miércoles y a las 7:00 a.m. el Negociado de Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (NMEAD) emitió la notificación con su sonido distintito, siguiendo las guías del Sistema de Alerta de Emergencias (EAS, en inglés). Poco antes de las 7:55 a.m. el hombre ya había sido localizado por un ciudadano.

El sábado al mediodía, por otra parte, se reportó otro incidente, cuando se activó la alerta por la desaparición en Cataño de Kiara Resto Lugo, de 32 años, que tiene una condición que le afecta su edad cronológica a la de una adolescente de 15 a 16 años.

Dos horas después la persona que le acompañaba se enteró por la alerta que era buscada y acudieron ante las autoridades.

Se provee el mecanismo para que, una vez se localice a la persona, se notifique a la ciudadanía que la alerta fue desactivada y no siga su búsqueda, dijo el teniente al responder a comentarios sobre las dobles alarmas que se envían.

¿Cómo se origina?

Cada caso hay que evaluarlo individualmente, porque no en todos ellos se cumplen con los criterios para su activación y menos si el aviso puede ser de mayor riesgo para la seguridad de la persona.

Ayala Resto resaltó que en la isla abundan los casos de personas con condiciones mentales.

“Esto es una herramienta de trabajo que tiene el agente investigador, no es que está obligado a solicitar la activación de la alerta. Si de la investigación surge que la vida de esa persona corre peligro con su activación, no se tiene que activar”, aclaró el teniente.

El trámite empieza con la radicación de la querella y la investigación inicial del policía del precinto, responsable de tomar los datos pertinentes al caso, su descripción precisa, el estado de salud certificada por un médico, obtener fotos recientes y hacer una búsqueda en la residencia, en sus predios y por la vecindad.

La información se presenta al director del Cuerpo de Investigaciones Criminales correspondiente, que ya tiene un plan de trabajo establecido en la División de Personas Desaparecidas para atender estas situaciones y, junto al equipo de todos los municipios que componen el área policíaca, se unen en su búsqueda, incluyendo a la Policía Municipal, la Oficina de Manejo de Emergencias y se visitan hospitales.

Una vez se completa esa parte de la pesquisa, si se considera que es útil la herramienta, se convoca al comité integrado por Ayala Resto, la teniente Aimeé Alvarado Cardona, directora de las divisiones de Violencia de Género y representante del Centro de Operaciones de Órdenes de Protección (Copop); la teniente y coordinadora de Delitos Sexuales y Maltrato de Menores de la Policía, Simara Torres Ramos y la sargento Daimy Viña, directora de la Oficina y Coordinadora de la Oficina de Análisis y Seguimiento en Investigaciones de Personas Desaparecidas del SAIC.

En casos en los que se trate de una víctima de violencia de género, que son por los que se activa la Alerta Rosa, una representante de la Procuraduría de las Mujeres, se une al comité.

“Se le hace las preguntas correspondientes y ellos nos contestan cuales fueron las gestiones y los resultados de estas. Luego de esa evaluación, el comité hace una votación en cuanto al caso específico”, manifestó Ayala Resto.

Cuando se vota a favor, el teniente se comunica con el comisionado de la Policía, Antonio López Figueroa; la información es diseminada por el Copop a la oficina de comunicaciones del Negociado de la Policía de Puerto Rico y al Departamento de Transportación y Obras Públicas para que se emita en mensaje en los carteles electrónicos, ubicados en las carreteras, y el director del NMEAD, Nino Correa, es quien la activa el sonido.

“Estos son los pasos; se reúne el comité, vota a favor, yo, que soy el presidente, llamo en este caso al comisionado y Antonio López es quien llama a Nino Correa, que tiene el control de la máquina que fue adquirida para emergencias, como huracanes o tsunamis, entre otros eventos atmosféricos. La Policía no tiene el control de esa máquina y quiero aclararlo, el control del botón de esa máquina la tiene Nino Correa”, respondió al preguntarle por qué no se ha visto una coordinación entre la diseminación de la noticia y el avisto en los teléfonos celulares.

Del 17 de enero al 6 de marzo de 2024 se han emitido siete alertas por personas desaparecidas en Bayamón, Dorado, Morovis, Cayey, Cataño, Villalba y San Sebastián, de los cuales seis fueron localizados, informó la teniente Alvarado Cardona.

Solo queda pendiente por esclarecer la desaparición de Ángel Javier García González, de 30 años, por quien se activó la Alerta Ashanti el 26 de febrero cuando salió de su residencia en el barrio Camarones Abajo, en Villalba y no regresó. Su automóvil marca Kia Forte del año 2020, color blanco y con la tablilla JNE 531, fue hallado quemado en el sector El Columpio, en Salinas. Se han realizado entrevistas a su expareja que tenía una orden de protección vigente hasta marzo de 2025 y a una persona que compartió con él en una playa horas antes, pero no se ha dado con su paradero.

Más herramientas

El comité también está a cargo de las otras alertas, como la Amber, que ponen en vigor cuando un menor de 18 años ha sido secuestrado o ilegalmente privado de su libertad y en situaciones en que menores corran algún peligro por su discapacidad o problemas mentales. No al reportar cualquier desaparición.

La Alerta Rosa, creada mediante la Ley 149 del 2 de octubre de 2019, por su parte, se implementó para contar con mayores mecanismos de protección de las mujeres de 18 años o más desaparecidas o secuestradas, que sean víctimas de violencia de género.

La Alerta Silver, mientras tanto, se activa cuando desaparece una persona mayor de 60 años que esté diagnosticado -por un médico autorizado a ejercer la medicina en Puerto Rico- con las condiciones de alzhéimer o algún tipo de demencia.

La Alerta Mayra Elías persigue la identificación de conductores que huyen luego de provocar accidentes de tránsito en la modalidad de “hit and run”. Su propósito es difundir información sobre el vehículo y conductor involucrado en el incidente. La corredora Mayra Elías perdió el movimiento de sus piernas tras ser impactada en el 2012 por un conductor que se dio a la fuga.

Mientras que, se discute el proyecto del Senado 1404 que busca establecer la Alerta Azul para ser activada en casos de desaparición de policías en el cumplimiento del deber y para la búsqueda y captura de sospechosos de amenazar, herir o asesinarlos.