El joven que confesó haberle disparado a Natalia Aileen Santiago Rivera en un intento de “carjacking” reportado en la madrugada del 5 de julio en Santa Isabel no solicitó este miércoles su derecho a fianza durante la vista concedida para tales fines, confirmó la portavoz de la Fiscalía federal Lymarie Jovet.

Esto representa que Johnnuel Rodríguez Márquez, de 18 años, permanecerá detenido en el Centro de Detención Metropolitana en Guaynabo en lo que enfrenta el proceso judicial en contra. Específicamente, está acusado por un cargo de robo de auto a mano armada (“carjacking”), uno por mostrar o amenazar con usar un arma de fuego durante la comisión de un delito violento, así como un tercer cargo por cometer un carjacking que resulta en la muerte de una persona. Por este ultimo cargo, el joven es elegible a enfrentar la pena de muerte.

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La decisión de Rodríguez Márquez de permanecer preso ocurre luego de que agentes del Negociado federal de Investigaciones (FBI, en inglés) lograran detener a uno de dos de sus compinches en los carjackings imputados. Se trata de Javier Santos Alejandro.

Cabe destacar que la acusación federal contra Santos Alejandro expone que, no solo Rodríguez Márquez confesó haber matado a Santiago Rivera, sino que divulgó los nombres de sus acompañantes.

“Rodríguez Márquez identificó a uno de sus conspiradores como ‘Javi’, con el que han cometido numerosos carjackings”, dice una parte de la acusación contra Santos Alejandro.

De hecho, se reveló que las autoridades usaron el teléfono de Rodríguez Márquez como prueba, y cómo el mismo fue usado para rastrear mediante la unidad móvil todos los pasos cometidos por los implicados en este caso.

Según la acusación federal contra Rodríguez Márquez, desde inicios de julio se habían reportado varios “carjackings” en los que, presuntamente, estuvo involucrado. También había otros dos individuos implicados, entre estos Santos Alejandro.

Según el relato de hecho, juramentado por el agente especial del FBI, Kyle J. Keesecker, los tres individuos robaron el 2 de julio un Nissan Versa en una gasolinera de Juncos. La tablilla del vehículo era KCK-270.

“Cuando (la víctima) se acercó a su vehículo para abrir la puerta del lado del conductor, tres individuos vestidos de negro y con el rostro cubierto corrieron hacia él y le exigieron las llaves del coche. Uno de ellos apuntaba con un arma a la víctima, y uno de los agresores anunció que se trataba de un robo de auto (carjacking). Los tres asaltantes se marcharon en el vehículo KCK-270”, dice la acusación.

Además, precisa que “el 5 de julio, aproximadamente a la 1:50 a.m., el vehículo KCK-270 entró en una estación de gasolina Shell en Juana Díaz, Puerto Rico, ubicada en la esquina suroeste de la intersección de las carreteras PR-510 y PR-584. Las imágenes de las cámaras de vigilancia de la gasolinera muestran a dos individuos vestidos de negro y con el rostro cubierto saliendo del KCK-270. Uno de ellos portaba una pistola. Ambos intentaron robar otro vehículo que estaba estacionado en una de las bombas de gasolina. Sin embargo, no tuvieron éxito y abandonaron el lugar en el KCK-270”.

Esa misma madrugada, a las 2:28 a.m., los individuos cambiaron de gasolinera, esta vez en Santa Isabel. Ahí fue que se produjo la muerte de Santiago Rivera.

La acusación expone que el testimonio que prestó a las autoridades el acompañante de la fenecida fue que, “tras llenar el tanque del (Jeep) Compass, ambas víctimas se disponían a entrar al vehículo cuando observó un automóvil blanco acercándose lentamente con las luces apagadas. Ambos lograron entrar al Compass antes de que un individuo vestido de negro y con el rostro cubierto saliera del vehículo blanco, apuntándoles con un arma de fuego y ordenándoles que abrieran la puerta o los mataría”. Entonces, el hombre le disparó a la mujer.

El relato de hecho expone que la Policía identificó el vehículo sospechoso en Bayamón el pasado 7 de julio y se pudo captar en una cámara corporal a Rodríguez Márquez saliendo del vehículo hurtado en Juncos.

Se detalló que el individuo fue identificado y arrestado a eso de las 12:10 a.m. del pasado jueves en Las Piedras, y trasladado a la comandancia de Caguas, donde el FBI decidió asumir jurisdicción.

“Rodríguez Márquez admitió que salió del Nissan Versa en una gasolinera, se acercó a una mujer que estaba en un automóvil, tocó su ventana y le disparó”, dice la acusación federal.

Las autoridades todavía buscan a un tercer implicado en estos carjackings.