El juez federal Marshal D. Morgan acogió los planteamientos de la fiscal Inés Collazo de que Gregory Lee Matías Gutiérrez representa un peligro para la comunidad y que podría darse a la fuga, razón por la que ordenó que permanezca detenido hasta el inicio del juicio por cargos de posesión de un arma de fuego y municiones por una persona convicta.

Matías Gutiérrez, hijo del senador por acumulación del Partido Nuevo Progresista (PNP) y exoficial del Negociado de la Policía Gregorio Matías Rosario, fue representado por la abogada Sulay Ríos Fuentes de la Oficina federal del Defensor Público, quien sometió un alegato de no culpabilidad.

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Curiosamente, Ríos Fuentes resaltó que no solicitaría el derecho de libertad bajo fianza para su cliente y que se reservaría retomar el tema para una fecha futura. El magistrado Morgan le recordó a Ríos Fuentes que la única manera en que podría solicitar una vista de fianza sería mediante la presentación de evidencia nueva, a lo que la letrada respondió que entendía.

Por su parte, la fiscal Collazo estipuló que Matías Gutiérrez representa un peligro para la comunidad, primero, por la naturaleza del cargo (posesión de un arma de fuego y municiones) y, segundo, porque el imputado cuenta con un récord criminal, incluyendo un caso previo de armas de fuego y uso de sustancias controladas.

“Además, mientras estaba bajo la supervisión del tribunal por un caso de drogas, se le radicaron cargos por armas de fuego. Así que violó los términos de supervisión a los que accedió, y entendemos que esto demuestra que puede darse a la fuga. Del mismo modo, intentó escapar de las autoridades el día en que fue arrestado, aunque fue capturado rápidamente. Por último, contamos con evidencia de que tiene acceso a armas de fuego”, argumentó Collazo.

Debido a que Ríos Fuentes no esbozó argumentos a favor de la libertad bajo fianza, el juez Morgan ordenó que Matías Gutiérrez permanezca sumariado hasta el inicio del juicio. Sin embargo, el magistrado no ofreció la fecha de inicio del proceso judicial durante la vista.

“Basado en el informe de prejuicio, el imputado posee un amplio expediente criminal que es de la misma naturaleza de los cargos que enfrenta hoy día, armas de fuego y drogas. En cuanto a los cargos en este caso, se encontraron varias armas, una gran cantidad de municiones de distintos calibres y un chaleco antibalas. El imputado permanecerá detenido hasta el inicio del juicio”, sostuvo Morgan al anunciar su decisión.

El juez otorgó a las partes siete días para el proceso de descubrimiento de prueba, y 14 días para someter cualquier moción ante el tribunal.

Matías Gutiérrez, quien era el pasajero en un automóvil Infiniti de la empresa japonesa Nissan, color negro, fue detenido cerca de las 10:00 de la noche del 31 de octubre por una patrulla de la Policía Municipal de San Juan luego que el conductor, identificado como Christian Giovanni Figueroa Torres rebasó dos semáforos mientras estaban rojos.

Dos agentes de la Policía Municipal que patrullaban la avenida Roosevelt presenciaron las dos ocasiones en el que el auto en el que viajaban Matías Gutiérrez y Figueroa Torres rebasaron los dos semáforo y alertaron a una patrulla para que los detuvieran.

Tras iniciar la intervención de tránsito, los oficiales detectaron un olor a marihuana. Ambos se bajaron del vehículo en cuanto se detuvieron y uno de los agentes observó a Matías Gutiérrez sacar una munición calibre nueve milímetros de su bolsillo y colocarla en el baúl del automóvil.

En principio, Figueroa Torres ofreció un nombre falso a los agentes y admitió que no tenía licencia para conducir, mientras que Matías Gutiérrez dio su nombre. El agente le preguntó a Matías Gutiérrez si tenía una licencia para portar armas, a lo que contestó que no, por lo que fue puesto bajo arresto.

Al día siguiente (1 de noviembre) durante el registro del vehículo y de dos “fanny packs” de los arrestados, las autoridades de San Juan ocuparon una pistola Glock calibre .357 cargada con 15 municiones, incluyendo una munición en el cañón. Debajo del asiento del pasajero hallaron dos cargadores adicionales de alta capacidad para una pistola calibre .40, pero cada uno cargado con 23 municiones de calibre .357. Mientras, en el baúl del carro encontraron 39 contenedores plásticos con marihuana y un chaleco antibalas.

Por su parte, agentes encontraron un receptor de radio (para monitorear tráfico y, posiblemente, comunicaciones de la Policía) en la consola central del automóvil, y una munición calibre 7.62 milímetros en el panel de la puerta del lado del conductor.

Mientras, el “fanny pack” con el logo de la marca Supreme en posesión de Matías Gutiérrez al ser arrestado tenía en su interior un cargador para pistola Glock de nueve milímetros con 24 municiones y $1,300. Matías Gutiérrez, según la Policía Municipal, dijo que el “fanny pack” con el logo de Supreme era suyo y que tenía en su interior $1,300, pero luego le dijo a agentes de la Agencia federal de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), agencia que asumió jurisdicción del caso, que no sabía sobre el cargador encontrado en su “fanny pack”, ni de quién era el arma de fuego ocupada y que fue encontrada bajo el asiento del pasajero en el que estaba sentado.

Además, dijo que encontró la bala de nueve milímetros que sacó de su bolsillo, y que si hubiese recordado que la tenía, hubiese buscado la manera de deshacerse de la munición.

Matías Gutiérrez posee expediente criminal previo por el artículo 15 (comercio ilegal de vehículos) de la Ley 8, conocida como Ley para la Protección de la Propiedad Vehicular.

Durante el interrogatorio de los agente de ATF, Matías Gutiérrez reconoció que pasó unos tres años y ocho meses en prisión por otra violación a la Ley de Armas.