El senador novoprogresista y ex sargento Gregorio Matías Rosario dijo hoy que se mantiene al margen del caso que involucra a su hijo de 27 años, Gregory Matías Gutiérrez, quien fue arrestado este domingo junto a otro individuo en un vehículo en el que policías municipales ocuparon una pistola alterada, municiones, un chaleco antibalas, una máscara y marihuana.

Las autoridades federales asumieron hoy la custodia de Matías Gutiérrez, quien en 2016 había sido fichado por la Ley para la Protección de Propiedad Vehicular, por la posesión de un vehículo hurtado y otros delitos de fechas anteriores.

“A mí me notificaron que mi hijo estaba arrestado, yo como policía, como teniente como líder gremial y ahora como senador, conozco cuáles son los procedimientos y no he querido intervenir. No he llamado a los compañeros, no he llamado al cuartel porque no quiero que bajo ninguna circunstancia se diga que, porque es hijo mío, yo estoy interviniendo y va a salir por la puerta ancha”, dijo el senador Matías en declaraciones a periodistas en el Capitolio.

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“No he querido llegar a cuarteles ni hacer ninguna gestión con ningún oficial porque yo como policía cuando tenía un arrestado y me decían que había algún un político también sentía presión cuando era relacionado con eso”, reclamó el ex teniente de la Policía.

Dijo que su progenitora y su hermana están al pendiente de los pormenores del caso y sostuvo que él no ha querido saber “más allá de lo que está en los medios (de comunicación)”.

Reconoció, sin embargo, que ha habido comunicación entre él y el comisionado de la Policía, Antonio López sobre el incidente en el que fue detenido su hijo Gregory, tras una persecución en Hato Rey. “Con Tony López para ver si yo sabía de la situación, tuvimos comunicación, pero nada más allá porque esto fue a nivel de los municipales”, indicó el legislador a preguntas de Primera Hora.

“Amo a mi hijo y lo amaré siempre, no importa lo que haga, pero si él falló, tiene que pagar. Él tiene derecho a la presunción de inocencia, pero luego de que se termine el proceso si se llegara a una convicción tiene que cumplir por lo que haya cometido”, dijo Matías, quien es uno de los senadores por acumulación del Partido Nuevo Progresista (PNP).

Detalló que Gregory es uno de sus tres hijos mayores, de una relación anterior a su actual esposa y no soltó prenda sobre el número de su prole, ya que según ha trascendido, el senador es padre de unos 18 a 21 hijos.

“Son unos cuantos, está por ahí, público”, indicó el ex policía. Cuando se le pidió que precisara cuántos hijos tiene ripostó: “la (cifra) más alta que ustedes creen que les dijeron, tal vez es esa”.

-¿Son 18?, se le inquirió.

“Están por ahí”, respondió.

Sobre su relación con Gregory dijo que estuvieron distanciados por ocho años y el pasado mes de octubre se reencontraron. “Por mi insistencia de tratar de que viva una vida ordenada y todas las demás cosas, hemos tenido unos lapsos. Puedo decir que llevábamos un tiempo sin vernos y hace como 17 días nos vimos porque la nieta, una hija que él tiene cumplía un añito y yo fui a esa actividad un ratito”, contó.

“Como padre a mis hijos los he llevado por buen camino, mi hijo tiene 27 años ya lleva alrededor de ocho que no está viviendo con este servidor, él tiene su pareja y como padre me duele y lo voy a estar apoyando. Pero, yo respeto mucho el trabajo de los policías y si al fin del camino, es verdad que él cometió los hechos de los que lo están acusando, tiene que cumplir”, dijo el legislador, que se caracteriza en sus turnos en el hemiciclo por su punzante verbo.

“Tiene que cumplir porque yo como policía hacía que se cumpliera la ley, yo como policía arrestaba personas y le preservaba sus derechos. Si al final de la investigación salían culpables, tienen que cumplir y con dolor en mi alma lo tengo que decir porque esa ha sido mi vida por los pasados 29 años, defendiendo vidas y propiedades y combatiendo el crimen”, reclamó.

Indicó que como padre uno de lo dice a los hijos que se vayan encaminando, pero “hay que darle libre albedrío”.

“A mi hijo yo le di el amor que le podía dar, pero como todo padre que me vaya a leer o escuchar, nosotros tenemos los hijos en las manos mientras están con nosotros, después de ahí, ellos deciden qué camino van a seguir. Y amo a mi hijo, lo amaré toda la vida no importa lo que él haga, pero si falló tiene que pagar”, dijo para agregar que también le cobija la presunción de inocencia.

“A mí cuando Dios cambió mi corazón me lo cambió solo, yo he tratado, le he hablado, él ha visto como nosotros trabajamos en mi casa, con mi esposa con mis hijos, pero uno no los puede obligar a hacer lo que ellos no quieran. Lo que le diría a mi hijo es que nunca es tarde para dejar que Cristo entre en su corazón y que cambie su vida”, sostuvo.

“Prefiero mil veces lo que me está pasando hoy a que me hubieran llamado para yo reconocer el cadáver de mi hijo en alguna esquina. Mil veces prefiero lo que me está pasando hoy a que yo haya tenido que ir a ver a mi hijo muerto en una esquina y sé que hay miles de padres que están pasando o han pasado lo mismo que yo.

Dijo que no ha tenido comunicación con su hijo y relató que al mediodía su hermana fue a llevarle comida al edificio (federal) de la Avenida Chardón “porque como padre yo no lo puedo dejar solo, no puedo abandonarlo porque no sería yo, sería una máquina que estoy pensando nada más en mí y ahora mismo estoy pensando en mi hijo”.

“No me voy a esconder, no me avergüenzo y me siento mal con lo que mi hijo hizo, con lo que se le está achacando que hizo, pero si lo hizo, tiene que pagar porque él es un adulto. Yo no era un policía de oficina, yo arresté a cientos de personas, yo le preservaba sus derechos y confío que a mi hijo le van a hacer lo mismo”, subrayó Matías.

Dijo que confía en el sistema de justicia criminal y en que su hijo va a tener un proceso justo. “De la información que tengo, él era pasajero, no era el chofer del vehículo. No sé que pasó, por qué estaba allí, pero no he querido indagar porque yo conozco y al igual que hay miles de policías que me aprecian, que me aman, que me respaldan, algunos que no se deben llevar tal vez conmigo”, expresó.

Cuando yo me arrodillo a pedirle a Dios por mis hijos, yo vivo en la misma área, en términos de que yo vivo en urbanización y él (Gregory) vive (en el residencial Manuel A. Pérez) y cada vez que oigo tiroteos cercanos mi mente pensaba, podría pasarle cualquier cosa a mis hijos, porque uno sabe, que hay cosas que uno no controla, pero yo le pedía todo el tiempo a Dios y repito mil veces prefiero lo que me está sucediendo que yo hubiese tenido que ir a una escena donde mi hijo hubiera fallecido o me lo hubieran asesinado”, dijo el senador Matías.