El senador Javier Aponte Dalmau guardó silencio al comparecer hoy a las oficinas del Cuerpo de Investigación Criminal (CIC) de Carolina con relación a la denuncia que radicó su chofer por alteración a la paz y agresión simple.

El querellante alegó que a eso de las 9:30 p.m. del 4 de febrero, mientras transitaba por la Ruta 66, al llegar al kilómetro 12.4 en Canóvanas el legislador presuntamente lo agarró por la parte posterior de la cabeza y alega que le expresó “que tenía ganas de darle un par de puños”, tras bajarlo del vehículo.

El legislador que acudió acompañado de dos abogados, se amparó en su derecho a no declarar sobre los sucesos. Este estaba citado para el miércoles de la semana próxima, pero adelantó su comparecencia, confirmó el director del Cuerpo de Investigación Criminal (CIC) de Carolina, capitán Edwin Padilla.

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En declaraciones escritas cuando se supo públicamente sobre la querella en su contra, Aponte Dalmau se mostró sorprendido con la versión ofrecida a las autoridades por el empleado y alegó que sostuvo una discusión verbal con su chofer, Rafael Rivera Ramos, luego de notificarle que estaba despedido porque presuntamente no estaba satisfecho con el desempeño de sus labores.

“Durante la noche del viernes, mientras regresaba a mi residencia tras haber culminado mis labores sostuve una discusión estrictamente verbal con mi chofer, Rafael Rivera. Esta discusión se debió a diferencias que ya habíamos mantenido sobre mi inconformidad con su desempeño en los pasados meses. En la discusión, le manifesté a mi empleado que prescindiría de sus servicios de manera inmediata, a lo que este reaccionó de manera virulenta y destemplada causándome total asombro”, según el senador por el Distrito de Carolina.

El querellante fue entrevistado por el agente José López Pagán y el sargento Gabriel López, adscritos a la División de Agresiones de Carolina.

Próximamente el caso será consultado con la fiscalía de Carolina ya que la investigación está adelantada.