Al tratar de explicar por qué se hizo una recomendación de 15 años de prisión contra la exrepresentante María Milagros “Tata” Charbonier Laureano por corrupción pública, el jefe de la Fiscalía federal, W. Stephen Muldrow, usó como ejemplo el jefe de una ganga de drogas.

La expresión la dio cuando se le cuestionó la razón por la que se diferenció la petición de sentencia contra Charbonier Laureano y la de su esposo, Orlando Montes Rivera, convictos por delitos similares a la exlegisladora. El único cargo que le diferencia fue uno de destrucción de evidencia que se le añadió a la mujer.

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Contra Montes Rivera se hizo una recomendación de sentencia de cinco años y tres meses por participar en un esquema ilegal en el que se le infló el salario de una empleada legislativa para que le pagara sobornos a la familia.

Muldrow habló del tema de Charbonier Laureano durante una conferencia de prensa que realizó junto a representantes de la Administración federal Antidrogas (DEA, en inglés) para hablar de un operativo contra miembros de la ganga violenta Los Elite, que presuntamente distribuían drogas y armas en San Juan, Trujillo Alto, Aibonito y Loíza.

De inmediato, dijo que “no voy a entrar en detalles de ese caso en particular (de Charbonier Laureano). Pero, en cada caso nosotros tomamos en consideración su papel, el rol de la persona en el delito. Igual con ese ‘crew’. Hay una persona es el jefe, hay una persona que está tirando la droga y la ganancia va donde los jefes de la ganga. Pues, nosotros siempre tomamos en consideración los diferentes factores. Las guías de sentencia están bien claras en el papel de la persona. Si la persona aceptó responsabilidad, si la persona hizo algo en obstrucción a la justicia, si una persona tenía un papel más grande, si esta persona reclutó otras personas, si la persona utilizó su hijo, su esposo para el delito, eso es una agravante para la persona. Nosotros miramos las guías, la cantidad de dinero que está envuelto y eso se puede explicar la diferencia entre recomendación”.

Charbonier Laureano y su esposo resultaron culpables en un juicio por jurado que culminó el 12 de enero de cargos de conspiración, robo, soborno y comisiones ilegales en relación con programas que reciben fondos federales, fraude electrónico por servicios honestos, así como dos cargos de lavado de dinero. Contra la exrepresentante también pesó un cargo de obstrucción a la justicia por destruir datos en su teléfono celular.

En total, la exrepresentante fue encontrada culpable de 12 cargos y Montes Rivera de 11 cargos.

Según alegó la Fiscalía federal, Charbonier Laureano infló el salario de Frances Acevedo Ceballos, quien era su “recepcionista-secretaria” en la oficina legislativa, hasta llevarlos a $8,000 mensuales para que esta devolviera a la familia entre $1,000 a $1,500 bisemanales. Se alude que, bajo este esquema, la exlegisladora habría recibido unos $100,000 desde septiembre de 2017 hasta verano del 2020, los cuales no reportó como devengados ni en sus planillas contributivas ni en sus informes éticos.

En el juicio trascendió que Acevedo Ceballos, en un inicio, cambiaba su cheque en efectivo y depositaba la suma pagada como soborno a la cuenta de banco del matrimonio. También se los llegó a dejar en efectivo dentro de la cartera de la hoy convicta o se los transfirió mediante ATH Móvil a sus familiares con mensajes que dejaban claro que el dinero era “De Tata” o “Para Tata”.

Acevedo Ceballos se declaró culpable y fue sentenciada a cumplir tres años y un mes en prisión. Ingresó a la cárcel a mediados de abril.

El cuarto acusado en este caso lo fue el hijo del matrimonio, Orlando Montes Charbonier. Este se acogió a un programa de desvío, en el cual tendrá que aceptar un grado de responsabilidad y cumplir ciertos criterios que le impondrán. Al cabo de cumplidos, se le desestimarían los cargos.