La Fiscalía federal solicitó un periodo de prisión de 15 años contra la convicta exrepresentante María Milagros “Tata” Charbonier Laureano por haberle inflado el salario a una de sus empleadas legislativas para que le pagara sobornos de manera bisemanal.

Mientras, la recomendación de sentencia para el esposo de la exlegisladora, Orlando Montes Rivera, fue mucho menor. Según surge del expediente judicial, la petición realizada por la Fiscalía federal de prisión es de cinco años y tres meses, lo que representa unos 63 meses.

La información sale a relucir, ya que este próximo viernes están citandos Charbonier Laureano y Montes Rivera al Tribunal federal de Distrito en Hato Rey para que la jueza federal Silvia Carreño Coll dicte sentencia en contra de ambos.

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En el memorando de sentencia contra Charbonier Laureano, de unas 30 páginas, se establece desde un principio que “su conducta criminal justifica una sentencia, basado en las guías, de 15 años de prisión, consistente con el Informe de Investigación Presentencia y sus cálculos correctos de las guías de sentencia”.

A lo largo del informe, se hace un resumen de la evidencia ventilada en el juicio contra Charbonier Laureano y su esposo, que se extendió desde diciembre de 2023 a enero de 2024 y que resultó con un veredicto de culpabilidad de parte de un jurado.

“La sentencia aquí no se refiere sólo a María Charbonier. Se trata de una cultura de corrupción que ha infectado a un segmento de la clase política en Puerto Rico. El público ha perdido la fe en muchos políticos e instituciones públicas. Y esa fe perdida se debe, al menos en parte, a políticos como María Charbonier, que ven su función pública como vehículo para obtener ganancias financieras privadas y como herramienta de que puede aprovecharse para extraer dinero del fisco y de otros lugares. Otros posibles funcionarios corruptos en Puerto Rico estarán viendo estos procedimientos de sentencia. El Tribunal debería aprovechar esta oportunidad para comunicar las consecuencias de la conducta corrupta y condenar a María Charbonier a una pena dentro de las guías de 15 años de prisión”, estableció la Fiscalía federal, en el documento firmado por el fiscal federal Jonathan E. Jacobson.

Destaca del informe que no se estableció un periodo de libertad supervisada contra la exlegisladora una vez cumpla su periodo en prisión.

La exrepresentante fue encontrada culpable de 12 cargos y Orlando Montes de 11 cargos, que incluyen lavado de dinero y "kickbacks".

Para el esposo, entretanto, se solicitó cinco años y tres meses de prisión, así como un periodo de libertad supervisada, el cual no fue especificado.

Según surge del memorando de sentencia, las guías que le corresponden a Montes Rivera estipulan que su periodo en prisión recomendado va desde 63 meses a 78 meses (seis años y medio). No obstante, la Fiscalía federal destacó que ha solicitado el mínimo de tal sentencia.

“Los crímenes de Montes no estuvieron exentos de víctimas. Durante años, Orlando Montes y María Charbonier abusaron de su posición como representante elegida democráticamente para su beneficio financiero privado. Es ciertamente cierto que el papel de Montes en el delito lo hace menos culpable que Charbonier y el Tribunal debería tratarlos a ambos de manera diferente. Sus respectivas guías de sentencia reflejan la diferencia de culpabilidad. Además, el gobierno cree que una sentencia en lo más bajo de las guías de sentencia es apropiada”, se indica en el informe.

Charbonier Laureano y su esposo resultaron culpables en un juicio por jurado que culminó el 12 de enero de cargos de conspiración, robo, soborno y comisiones ilegales en relación con programas que reciben fondos federales, fraude electrónico por servicios honestos, así como dos cargos de lavado de dinero. Contra la exrepresentante también pesó un cargo de obstrucción a la justicia por destruir datos en su teléfono celular.

En total, la exrepresentante fue encontrada culpable de 12 cargos y Orlando Montes de 11 cargos.

¿Por qué tantos años en prisión?

En el extenso memorando de sentencia suscrito a nombre de Charbonier Laureano, la Fiscalía federal desarrolló varios argumentos para solicitar en su contra unos 15 años de prisión, periodo que es mayor al que han solicitado y han sido sentenciado otros políticos.

En su explicación, se describió a Charbonier Laureano como una “mente maestra” que logró ejecutar por varios años y con varios acusados un esquema para robar fondos públicos.

“En el transcurso del esquema, Charbonier violó su juramento al pueblo de Puerto Rico, corrompió varios funcionarios públicos y reclutó a miembros de su propia familia, incluido su hijo pequeño, para que siguieran sus comandos. Cuando los investigadores federales se acercaron, Charbonier mintió repetidamente a los agentes sobre sus crímenes, con pruebas fabricadas, mensajes de texto destruidos y emplearon a Frances Acevedo Ceballos (de quien Charbonier dijo una vez que era “como mi hija”) como escudo para aislarse de la exposición. Charbonier continuó exigiendo sobornos y robando a los contribuyentes durante los devastadores huracanes y una pandemia mundial. En pocas palabras, su corrupción no tenía límites”, se estableció en el memorando de sentencia.

La Fiscalía reprochó, además, que la exlegisladora citara a una conferencia de prensa tras la intervención del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) en su hogar para “asegurar falsamente al público que, aunque se había registrado su casa y confiscaron sus teléfonos celulares y los de su esposo, ella no era sujeto de la investigación”.

Asimismo, la Fiscalía explicó en su informe la razón por la que exigen un periodo de prisión mucho mayor que el recomendado contra el convicto exalcalde de Guaynabo, Ángel Pérez Otero, o el convicto exrepresentante Néstor Alonso Vega, quien participó de un esquema ilegal parecido al de Charbonier Laureano de aumentar el salario a un empleado legislativo a cambio de que le devolviera la mitad del dinero. Ambos políticos fueron sentenciados a cinco años y tres meses de prisión.

En las razones se expusieron que “la conducta criminal fue más allá” que la de Pérez Otero y Alonso Vega, “lo que resulta en ocho puntos adicionales en la escala de nivel de ofensiva”.

Se indicó que el robo de Charbonier Laureano superó los $95,000 en pérdidas, a diferencia de los mencionados políticos. También se hizo constar que implicó a varias personas en el esquema, “ordenando al menos a cuatro supervisados que recojan y depositen el dinero producto del soborno”.

La Fiscalía también expuso que el esquema de la exlegisladora incluyó lavado de dinero y, sobre todo, obstruyó la investigación criminal, al borrar datos de su celular.

Cabe destacar que el abogado de la exlegisladora, Francisco Rebollo, ha solicitado, mediante moción, que Charbonier Laureano permanezca en libertad bajo fianza en lo que el Tribunal del Primer Circuito de Apelaciones de Boston atiende su petición de revisar el proceso judicial. La jueza federal no ha tomado una determinación sobre la petición, radicada el pasado 7 de mayo.

El juicio

Durante unos 10 días de juicio, el equipo de la Fiscalía federal, conformado por María L. Montañez Concepción, Kathryn E. Fifield y Jacobson, presentó gran cantidad de evidencia acompañada por el testimonio de 15 testigos, que incluyó grabaciones de conversaciones telefónicas, registros telefónicos, documentos bancarios, así como los testimonios de agentes del FBI que participaron en la investigación.

El abogado Rebollo y la abogada Anita Hill, que representó a Montes Rivera, solo presentaron un testigo, una agente del FBI que tuvo un corto testimonio.

Según alegó la Fiscalía federal, Charbonier Laureano infló el salario de Frances Acevedo Ceballos, quien era su “recepcionista-secretaria” en la oficina legislativa, hasta llevarlos a $8,000 mensuales para que esta devolviera a la familia entre $1,000 a $1,500 bisemanales. Se alude que, bajo este esquema, la exlegisladora habría recibido unos $100,000 desde septiembre de 2017 hasta verano del 2020, los cuales no reportó como devengados ni en sus planillas contributivas ni en sus informes éticos.

En el juicio trascendió que Acevedo Ceballos, en un inicio, cambiaba su cheque en efectivo y depositaba la suma pagada como soborno a la cuenta de banco del matrimonio. También se los llegó a dejar en efectivo dentro de la cartera de la hoy convicta o se los transfirió mediante ATH Móvil a sus familiares con mensajes que dejaban claro que el dinero era “De Tata” o “Para Tata”.

Acevedo Ceballos se declaró culpable y fue sentenciada a cumplir tres años y un mes en prisión. Ingresó a la cárcel a mediados de abril.

El cuarto acusado en este caso lo fue el hijo del matrimonio, Orlando Montes Charbonier. Este se acogió a un programa de desvío, en el cual tendrá que aceptar un grado de responsabilidad y cumplir ciertos criterios que le impondrán. Al cabo de cumplidos, se le desestimarían los cargos.

Durante el juicio, dos de los testigos que presentó la Fiscalía federal, Sheila Mangual y Roxana Sifre declararon tener conocimiento personal del esquema de comisiones ilegales.

Mangual, exdirectora de la oficina legislativa de Charbonier Laureano entre 2019 y 2020, declaró haber recibido de manos de Acevedo Ceballos un sobre que parecía contener dinero, para entregárselo a la exrepresentante. Lo hizo al colocarlo en la cartera de la exlegisladora.

También afirmó que el elevado salario de Acevedo Ceballos no se podía bajar por orden de Charbonier Laureano, porque “le daba una cantidad de su sueldo a la representante”.

Asimismo, Magual dijo que, luego de una visita de agentes federales a Acevedo Ceballos el 11 de julio de 2020, Charbonier Laureano la visitó en su oficina privada de sicóloga y que le dijo que todo lo que ocurría “era su culpa, que Frances (Acevedo Ceballos) le daba dinero para pagar su deuda al IRS (Servicio Federal de Rentas Internas)”.

Durante el juicio, trascendió que Charbonier Laureano estaba endeudada por una cifra que se acercaban a $300,000, por préstamos estudiantiles con el Departamento de Educación federal, el IRS y una tarjeta de crédito.

Por su parte, Sifre, exempleada de Charbonier y exesposa del convicto exalcalde catañés Félix “El Cano” Delgado, dijo que supo del esquema cuando Acevedo Ceballos le dejó saber su molestia, porque tenía una deuda con el Departamento de Hacienda por su alto salario. También declaró que, en un día de pago, en los que usualmente iba con Acevedo Ceballos al banco y a hacer diligencias, la vio poner un sobre en la cartera de Charbonier Laureano, que creía contenía dinero.

Los testigos de Fiscalía federal también incluyeron al exsecretario de Hacienda, Francisco Parés, y la exdirectora de Recursos Humanos de la Cámara de Representantes, Karen Torres, así como un directivo de la Oficina de Ética Gubernamental, un oficial de Banco Pupular y un empleado de First Bank.

Durante los testimonios de los últimos testigos, tres agentes federales que participaron de la investigación, incluyendo de la entrevista a Acevedo Ceballos el 11 de julio de 2020 y los allanamientos a las residencias de Charbonier Laureano y de la “secretaria-recepcionista” cuatro días después, se presentaron fragmentos de varias llamadas telefónicas interceptadas por el FBI.

En los audios se destacaban Charbonier Laureano, Acevedo Ceballos y Jonathan Alemán Arce, un exdirector de la oficina legislativa de la ahora convicta que además era informante del FBI y amante de Acevedo Ceballos. Los teléfonos de Charbonier y Acevedo Ceballos se intervinieron luego de obtener órdenes judiciales, mientras que el de Alemán Arce fue intervenido con su consentimiento.

En esos fragmentos de llamadas se escucharon reiteradas alusiones al esquema de comisiones ilegales. Una de esas llamadas cuyos fragmentos fueron presentados como parte de la prueba fue una extensa llamada de una hora y media de Acevedo Ceballos a Alemán Arce, el día siguiente a su entrevista con el FBI, en la que llorosa y evidentemente nerviosa y preocupada, se le escucha hablar del esquema de corrupción que mantenía con Charbonier Laureano y de personas que estaban involucradas en el mismo. Asimismo, le explica a su examante que mientras ocurría la entrevista con el FBI, en un momento se fue a otra habitación y, usando el teléfono de la amiga con la que compartía su casa, logró contactar a Charbonier Laureano a través del teléfono de su esposo, y que la exlegisladora le dio instrucciones sobre cómo responder a los agentes federales.

Como parte de los testimonios se presentaron sólo tres instancias en las que Montes Rivera estuvo implicado. Una fue cuando Mangual alegó que Montes Rivera acudió a su hogar a buscar unas pastillas y, de paso, solicitó un dinero que Charbonier Laureano le había dado para que lo guardara. Esta alegó que el hombre puso el dinero en un vaso y lo dejó abandonado entre un pastizal para buscarlo luego. Aludió a que lo hizo por miedo a que agentes del FBI lo estuviesen siguiendo.

Montes Rivera también aparece implicado en las transacciones por ATH Móvil que Acevedo Ceballos realizó para transferir el dinero de soborno a la exlegisladora.

También se escucharon en el juicio fragmentos de una conversación telefónica entre el matrimonio, en el que Montes Rivera pidió a su esposa que no usara el dinero para viajes. En la comunicación, no se especificó que era el dinero que Acevedo Ceballos le entregaba.