La licenciada Mayra López Mulero, quien asumirá la defensa de Elvia Cabrera Rivera, imputada junto a su hija por el crimen de la adolescente Gabriela Nicole Pratts Rosario, el 11 de agosto en Aibonito, recibió una amenaza de muerte.

El superintendente auxiliar de Investigaciones Criminales (SAIC), el coronel Manuel De Jesús Trescow, confirmó “que la Policía está investigando una querella de amenaza en contra de la licenciada López Mulero”, a través de las redes sociales.

Agregó, a través de la Oficina de Prensa de la Policía, que la pesquisa fue referida anoche al director del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de San Juan, el inspector Edwin Figueroa Maldonado, quien asignó un agente a esos fines.

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Las amenazas contra ella surgieron en Facebook, donde una persona, presuntamente, le recomendó que renunciara a la defensa del caso o de lo contrario tendría que usar sus honorarios para pagar su funeral.

López Mulero entraría a ver la etapa de juicio en su fondo tras la solicitud al tribunal de relevo de defensa presentada por el licenciado Jesús Ramos Puca, por alegados conflictos éticos.

Cabrera Rivera enfrenta cargos por asesinato en primer grado y violación a la Ley de Armas. El 26 de noviembre fue pautada a una vista sobre el estado de los procedimientos en el Tribunal de Aibonito.

El caso ha estado matizado por amenazas a diferentes testigos y a las imputadas. El 3 de septiembre, Mariela Cabrera, una hermana de Elvia, fue apuñalada en Aibonito por un desconocido. Los motivos se encuentran bajo investigación.

Reacciona López Mulero

La licenciada reaccionó en su cuenta de Facebook, afirmando que “no me asustan las amenazas, al revés, me fortalece en mi afán de actuar desde el lado correcto del derecho”.

En el comunicado se comienza hablando sobre la presunción de inocencia que cobija a su clienta.

“Hoy se me señala por ejercer mi profesión sin que aún se haya demostrado lo que realmente pasó en tan trágico suceso. Elvia está cobijada por una presunción de inocencia conforme a nuestra Constitución y la de Estados Unidos. Me corresponde defender los principios básicos de debido proceso de ley, sus derechos y la justicia”.

En la continuación de sus expresiones subrayó que asumir su representación legal es motivo de orgullo.

Hacerlo no es motivo de vergüenza. Es motivo de orgullo y constituye para mí la ratificación de ejecutar mi profesión libre de presiones externas o intentos de intimidación”.

López Mulero concluyó diciendo que “les aseguro que cuando a verdad emerja, aquellos que se precipitan en llegar a conclusiones rectificarán en su juicio. Permitamos que el proceso siga su curso como corresponde, libre, justo e imparcial”.