Los bandoleros no eligen cualquier vehículo para cometer sus trastadas, tienen sus favoritos.

Otros carros dulces para los delincuentes son los Toyota, liderado por el modelo Corolla y seguido por el Yaris.

En la lista también hay Ford, Kia, Mitsubishi, Mazda, Nissan, Jeep, Suzuki y Honda. 

Sin embargo, el comandante aceptó que la incidencia de hurto de autos ha bajado. Ejemplificó que el año pasado la cifra llegó a 3,581, y para el 1989, el número ascendió a 20,000.

Explicó que este negocio ilegal “incluye a mucha gente; al hojalatero, mecánicos, al que hurta el carro, el que lo vende, el que le cambia la apariencia…”.

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Aceptó que muchas veces esos carros pueden llegar al consumidor a través de un concesionario.

“Sabemos que hay dealers inescrupulosos. Sabemos que la mayoría es gente seria y decente, pero siempre hay otros, igual que los junkers y talleres, que se prestan para esta actividad (de venta de piezas).

Como parte de la labor policíaca, los agentes realizan inspecciones constantes a depósitos de chatarras, dealers así como a negocios de mecánica y hojalatería.