El confinado de la institución de máxima seguridad del complejo correccional sargento Pedro Joel Rodríguez Matos en Ponce, que se cercenó su pene durante la mañana de ayer, domingo, mientras estaba en su celda, se encuentra recuperándose de una cirugía de emergencia.

Según la querella del Negociado de la Policía de Puerto Rico, a eso de las 11:27 a.m. un oficial correccional daba una ronda preventiva por el cuadrante A-2 y al llegar a su celda encontró al confinado arrodillado en el piso con un charco de sangre a su alrededor y parte de su miembro reproductivo tirado en el piso.

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El recluso estaba solo en su celda, no había nadie con él.

También se observó en la celda una navaja que, se presume, utilizó para mutilarse los genitales.

El herido fue transportado al hospital Damas en Ponce y, posteriormente, al Centro Médico de Puerto Rico, en Río Piedras, donde fue sometido a una cirugía. Su condición es estable.

El recluso ya fue llevado al Centro Médico Correccional de Bayamón para continuar con su tratamiento.

La secretaria del Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR), Ana I. Escobar Pabón, en entrevista con Primera Hora, explicó que en los años que lleva laborando en diferentes posiciones en la agencia no había tenido conocimiento de ningún incidente como este.

“Pensaba que era una situación como otros casos de mutilación que nosotros hemos atendido, que se han hecho algunas heridas abiertas en áreas como brazos, pecho, etcétera. Nunca habíamos atendido, en el tiempo que llevo en la agencia, que son muchos años, una situación tan de emergencia como esta”, narró la funcionaria.

En este caso la pronta intervención de los oficiales correccionales y del equipo médico fue vital para que el recluso no se desangrara y permanezca aún con vida, aseguró.

En la escena se ocupó una navaja que forma parte de una rasuradora desechable rota, del equipo de higiene que se le brinda a la población correccional.

El confinado de 44 años tiene una sentencia de 15 años de cárcel por un caso de homicidio negligente, robo y violación a la Ley 54 de Violencia Doméstica, la cual extingue en agosto de 2023.

Se indicó que no había mostrado indicios de que padeciera de algún trastorno mental que requiriera asistencia médica.

El hombre no posee historial de delitos sexuales, ni figura como ofensor sexual.

Escobar Pabón agregó que su familia fue notificada el domingo sobre lo ocurrido y se encuentra brindándole apoyo, al igual que el DCR les ofrece ayuda a ellos para colaborar en su recuperación.

“Vamos a continuar ofreciéndole los cuidados médicos que va a necesitar de ahora en adelante y también los cuidados adicionales de salud mental, porque él no está catalogado como un paciente psiquiátrico. Sí, en algún momento dado, fue referido, evaluado y atendido, porque tuvo trastornos adictivos en algún momento dado de su historial, pero problemas de salud mental no se reflejaba ninguno”, subrayó.

Al presente, se desconoce si requerirá de otras cirugías.

“Tampoco ha expresado ideación suicida hasta el momento que ocurre ese hecho, que ha generado mucha preocupación en nuestros compañeros de trabajo en la institución, muchos están sumamente sorprendidos porque en los años de servicios, nos dicen: ‘hemos visto muchísimas cosas que, aun estando confinados, en crisis o estables en su condición mental, no habían jamás atentado con mutilarse su área genital de esta manera”, aseveró.

Recordó un caso de hace unos 20 años, cuando laboraba como oficial sociopenal en el complejo correccional de Bayamón, de confinados que se introducían en la uretra metales, cables o cualquier objeto que pudiera generar un traslado para recibir servicios médicos fuera de la institución buscando salir o tratando de evadirse.