Una mujer vivió el momento más terrible de su vida el lunes por la tarde cuando su vecino en las Parcelas de Carraízo en Trujillo Alto, en un aparente arrebato y con machete en mano, comenzó a molestar a sus perros y amenazó con matarlos a todos.

Sin embargo, fue el hermano de él quien estuvo a punto de cumplir ese turbio destino al agredir al abuelo y al esposo de Zulema Gómez Nieves y luego enterrarle un cuchillo en la espalda.

La herida abierta de Zulema, de 30 años, requirió de varios puntos de sutura, pero además le sembró el miedo de que en cualquier momento la historia se repita.

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Ayer le sometieron cargos por tentativa de asesinato y violación a la Ley de Armas a David Sánchez Hernández, de 59 años, y se le impuso una fianza de $100,000 que no pudo prestar, por lo que fue ingresado en la cárcel.

Sánchez Hernández tiene antecedentes criminales también por Ley de Armas.

Su hermano, Ángel Sánchez Hernández, quien inició la pelea, fue imputado de amenaza, que es un delito menos grave, por lo que no se le impuso fianza.

Ambos fueron citados para la vista preliminar el 3 de junio en el Centro Judicial de Carolina.

“El caballero (Ángel) viene de abajo con una caja y un machete en las manos, entonces pega la caja a mi portón y rompe a agredir al perro, azotándolo con la caja y seguía agitando la caja y comienza a decir palabras obscenas y a ofender (diciendo) que me va a matar los perros, que me los va a envenenar con (veneno para rata marca) Tres Pasitos; que después de matar al perro me iba a matar a mí y que estaba jarto de mis animales”, relató Zulema.

La mujer aseguró que Ángel suele buscar en los zafacones de su casa y mirar al interior de la propiedad, lo que le molesta porque ella tiene tres menores de edad de 15, 6 y 4 años respectivamente.

A su entender Ángel estaba ebrio al momento de iniciar la pelea.

¿Ustedes habían tenido problemas antes?

No, nunca... yo llevo como 15 años viviendo ahí y entiendo que (ellos son) nacidos y criados en el área pero yo nunca había tenido problemas con (ellos).

Zulema lamentó que la policía municipal de Trujillo Alto no llegara a su casa, a pesar de que llamó en tres ocasiones y de que hay un cuartel a menos de un kilómetro de distancia.

La excusa que le dieron fue que una patrulla estatal ya había sido despachada al lugar, pero desde que llamó a las 6:12 de la tarde al sistema de emergencias 9-1-1, hasta que los agentes de la Uniformada llegaron, pasaron alrededor de 50 minutos.

Así mismo, Zulema defendió a sus perros de la raza pitbull.

“Los perros siempre están dentro de la propiedad... están encerrados. No le hacen daño a nadie y la policía misma llegó a la propiedad, entró y el perro se sentó a su lado... y si él (Ángel) me hubiera dicho a mí 'el perro me molesta', yo hubiera actuado de otra forma”, afirmó.

No obstante, hizo la salvedad de que tiene un letrero que advierte de la presencia del perro y de que hay que tener cuidado.

“Él (Ángel) me decía que yo también era una perra y que me iba a matar. Yo tengo miedo de llegar a mi casa porque eso es campo y que esa persona brinque la verja y me coja dentro de mi propiedad... o a mis hijos”.

El agente Roel Ramírez, adscrito a la División Agresiones del CIC del área de Carolina, presentará los cargos.