Un perro de la raza pitbull murió al atardecer de ayer, lunes, cuando su dueño le colocó una soga alrededor del hocico para controlarlo luego de que lo atacó en su residencia en Cupey.

La pesquisa fue catalogada por el Negociado de la Policía de Puerto Rico como un incidente desgraciado.

Según el informe de novedades, a eso de las 6:00 p.m., mientras el ciudadano de 54 años de edad se encontraba lavando la marquesina, su mascota se salió de la casa y fue corriendo hasta la verja de un vecino donde comenzó a ladrarle al otro perro.

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El dueño se fue tras el perro, pero no pudo controlarlo por lo que buscó una cadena y el perro, muy bravo, se soltó nuevamente, lee el documento. Allí, le rompió la camiseta al querellante y comenzó a lacerarle ambos brazos y el pecho.

Acto seguido, lo logró inmovilizar en el piso, junto con su vecino, pero seguía tratando de morderlo, por lo que le amarraron una soga en la boca, y lo presionaron, lo que provocó que el perro falleciera.

El perjudicado fue transportado en una ambulancia al hospital para recibir asistencia médica. No se dio a conocer su condición.

La División de Servicios Técnicos trabajó la escena.

La investigación estuvo a cargo de la coordinadora de la Ley 154 para el Bienestar y la Protección de los Animales.