Un niño de cuatro años se convirtió en la víctima inocente más reciente de la violencia generada por pandillas en el residencial Jardines de Cataño, cuando gatilleros abrieron fuego contra dos hombres mientras se llevaba a cabo una fiesta de cumpleaños. Con esta muerta ascendieron a tres las víctimas, lo que la convierte en la primera masacre del 2023.

Eran las 7:30 p.m. de ayer, lunes, cuando pasó por la avenida Flor del Valle, frente al complejo de vivienda pública, una guagua Toyota Tacoma, color gris, desde la cual abrieron fuego contra Johnny Jay Osorio García de 24 años, quien era vecino del residencial Rosendo Matienzo Cintrón de ese municipio, y Jesús Carrasquillo Alicea de 23 años, vecino de la urbanización Royal Town en Bayamón.

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Osorio García murió en la entrada del residencial y Carrasquillo Alicea fue abandonado frente al Centro de Diagnóstico y Tratamiento (CDT) de Cataño.

A eso de las 2:00 a.m. de hoy, martes, fue declarado muerto en el Centro Médico de Puerto Rico, en Río Piedras, el niño Ian Ordoñez de 4 años, quien recibió un impacto de bala en el abdomen.

Otros menores, una niña de 9 años y un niño de 10, ambos hermanos, resultaron heridos de bala y se encuentran fuera de peligro.

Carrasquillo Alicea tenía antecedentes penales por violación a la Ley de Armas. Se corrobora si Osorio García fue fichado por algún delito. Ambos han sido identificados como miembros de una organización criminal liderada por un tercero que presuntamente era el objetivo de los pistoleros, que también estaba en el lugar. Se corrobora si es cierto que el sobreviviente hizo una transmisión a través de Facebook en la que avisaba dónde se encontraba.

Jesús Carrasquillo Alicea es una de las víctimas de la masacre ocurida en el residencial Jardines de Cataño.
Jesús Carrasquillo Alicea es una de las víctimas de la masacre ocurida en el residencial Jardines de Cataño. (Suministrada )

Además, se investiga si desde un segundo vehículo también dispararon.

En redes sociales ha circulado un mensaje en una cuenta de Facebook que lee como sigue: “No sé si decir solo que los perdones Dios porque me quintaron a mi hijo, me quitaron a mi bebé y mientras ustedes duermen yo solo oraba por una oportunidad de vida para mi hijo y mientras ustedes abrazaban a su familia yo tendré que despedir mi hijo. Solo tendré que arreguindarme de solo un recuerdo para vivir y solo buscar alguna opción para continuar con vida. Ustedes respiran un nuevo día, mi hijo ya no está mientras ustedes se esconden yo tengo que decirle la verdad de frente a mis otros hijos”.

Durante la mañana, los investigadores de la División de Homicidios de Bayamón van a recorrer las posibles rutas tomadas por los sospechosos para identificar cámaras de seguridad en busca de pistas que ayuden a la identificación de estos.

Además, el comandante de área de Bayamón, Israel Vázquez, puso en vigor un plan de trabajo en casos de asesinatos ante la posibilidad de que surja una secuela de venganza y destacó personal de la oficina de Relaciones con la Comunidad para brindar ayuda ante los efectos de los incidentes violentos.

En la escena se ocupó para evidencia más de 100 casquillos de calibre .40, 9 milímetros y de rifle.

El agente Ángel Acevedo Rodríguez, adscrito a la División de Homicidios de Bayamón, junto a la fiscal Mónica Pérez tienen a cargo la investigación que está centrada en establecer el trasiego de drogas como el motivo del crimen.