El convicto excorredor de seguros Pablo Casellas Toro se encuentra recluido desde esta tarde en la Sala de Emergencias del Centro Médico, en Río Piedras, confirmó José Ortiz, oficial de prensa de la Administración de Servicios Médicos (ASEM).

"(Casellas Toro) está siendo evaluado por los emergenciólogos. Después de la evaluación ellos determinarán qué otros especialistas podrían evaluarlo", dijo Ortiz, quien añadió que no podía ofrecer detalles sobre su condición porque le cobija la confidencialidad de la Ley HIPPA, que regula la divulgación de información sobre el paciente.

El funcionario indicó que Casellas Toro, quien fue sentenciado a 109 años de prisión por el asesinato de su esposa, Carmen Paredes Cintrón, ocurrido el 14 de julio de 2013, llegó al Centro Médico en una ambulancia a eso de la 1:00 de la tarde, custodiado por alguaciles federales.

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Por su parte, el oficial de prensa del Departamento de Corrección y Rehabilitación, César Fiallo dijo que esa agencia no tiene ningún tipo de información sobre la condición de Casellas porque en estos momentos, el convicto está bajo la custodia de las autoridades federales.

Casellas Toro fue encontrado culpable el pasado mes de mayo en el foro federal de tres cargos relacionados a emitir declaraciones falsas a agentes federales al alegar que fue víctima de un supuesto carjacking.

La lectura de sentencia está señalada para el 11 de agosto. Casellas Toro se expone a una pena máxima de cinco años por cada uno de los cargos por los que fue encontrado culpable, y podrían ser concurrentes entre sí.

El juicio a nivel federal fue por tres cargos por "a sabiendas y voluntariamente ofreció testimonio falso, fraudulento y ficticio" al alegar que el 17 de junio de 2012 fue víctima de un carjacking por parte de tres individuos mientras se dirigía al Club Metropolitano de Tiro, en Toa Baja. El hijo del juez federal Salvador E. Casellas alegó que le dispararon en el brazo derecho, que lo mandaron a sentarse en el lado del pasajero de la guagua Acura MDX, y escapó por la ventana. Alegó que le robaron dos armas, una de las cuales fue el arma homicida en el caso de asesinato de su esposa, Carmen Paredes Cintrón.

Por este crimen, el excorredor de seguros fue encontrado culpable en febrero pasado en una corte estatal y sentenciado a 109 años de prisión.