Luis Enrique González Martínez, asesino confeso en el asesinato de la empresaria Hilda Padilla Romero y testigo estrella en el caso contra William Avilés González y Keishla Pérez Bigio, decidió este lunes no prestar testimonio en el juicio, un importante revés para los fiscales del Ministerio Público que ya habían alcanzado un convenio de cooperación con el también coacusado.

“No voy a declarar”, fue la respuesta incesante de González Martínez al ser cuestionado durante más de una hora por la fiscal Carmen Iris Ortiz Rodríguez, quien confrontó al testigo con la evidencia y hechos reconocidos por este durante la vista preliminar y entrevistas previas con la fiscalía, como parte del convenio de cooperación acordado y firmado por las partes.

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“Nosotros contamos con prueba adicional en este caso, nuestra estrategia sigue siendo la misma, estamos enfocados en procesar a Keishla Pérez Bigio y a William Avilés González por el asesinato de Hilda Padilla y posteriormente, por él no haber cumplido con su convenio de cooperación, se va a procesar igualmente a Luis Enrique González Martínez, que tiene una confesión sobre los hechos”, sostuvo la fiscal en declaraciones a este diario a su salida de la sala 605 del Centro Judicial de Bayamón.

Ante la actitud del testigo, quien utilizó frases como “no recuerdo” y “no puedo contestar”, la fiscal solicitó a la jueza Liza Báez Burgos permiso para ser sugestiva en sus preguntas, un intento que tampoco provocó respuestas favorables para el Ministerio Público, de parte de su propio testigo.

Ortiz Rodríguez optó al final por solicitar a la jueza que el testigo sea declarado como no disponible, lo que le permitiría al Ministerio Público utilizar como evidencia el testimonio de la vista preliminar. Pero si el testigo fuese declarado como uno hostil, los fiscales del caso perderían ese testimonio.

“Aquí nosotros entendemos que las tres personas responsables por este asesinato, los tres van a ser enjuiciados y entendemos que los tres van a salir culpables”, subrayó la fiscal, incluyendo también al testigo, que enfrenta un juicio por el asesinato de Padilla, pero de forma separada de los coacusados Pérez Bigio y González Martínez.

La fiscal mencionó en sala que el testigo nunca les comunicó su intención de no declarar durante el periodo que cooperó hasta enero de 2023. “No podemos decir categóricamente (qué lo hizo cambiar de postura). Podríamos pensar muchas cosas… solamente que piensen durante esa época quién lo estaba representando”, manifestó Ortiz Rodríguez.

Desde enero y hasta el mes de abril, González Martínez estuvo representado por el licenciado Jorge Gordon Menéndez, quien renunció el pasado mes a la representación legal del testigo luego que la fiscalía pidiera al Tribunal de Bayamón que lo desestimara como abogado pues, según una moción, el licenciado lo contactó mientras era representado por otro abogado. En dicha reunión, Gordon le habría comentado a González Martínez que recibió un acuerdo desfavorable cuando aceptó firmar un acuerdo con Fiscalía.

Gordon Menéndez, por su parte, comentó en ese momento que su contacto con el testigo fue en un caso civil en el que “lo orientamos” y que, a base de esa experiencia, el acusado manifestó su interés de que él lo representara legalmente en su caso criminal.

Tras quedarse sin representación legal, al testigo se le asignó un abogado de oficio, quien se convirtió en el tercero en asumir la encomienda de representar al testigo durante el caso. Pero el caso no fue asignado hasta el pasado jueves, sostuvo el licenciado Luis Cintrón López.

“Le solicitamos a la juez que nos diera la oportunidad de hablar con el testigo, empaparnos del caso y entonces comunicarnos con el testigo y orientarlo correctamente. Fiscalía quiso traerlo como testigo y la juez entendió que ya llevaba mucho tiempo el caso sin haberse visto, así que le dio la última oportunidad de determinar si él iba a ser testigo o no, si iba a declarar o no”, comentó Cintrón López a este medio.

Desde que firmó un acuerdo con la fiscalía, González Martínez se convirtió en el testigo principal del caso y en la vista preliminar en marzo de 2020 ofreció una declaración detallada sobre cómo asesinó a Padilla, con la ayuda de Avilés González, tras ser contratado por la otra acusada Pérez Bigio, quien era hijastra de la víctima. Ambos coacusados se encontraban hoy en sala 605, pero el testigo confeso evitó incluso identificarlos y reconocer que sabía quiénes eran.

Para el licenciado Edwin Castro, abogado de Avilés González, , el revés del testigo “tiene un efecto detrimental en contra de los intereses del Ministerio Público, su principal testigo básicamente está refutando su cooperación en el caso y a pesar de todas las preguntas que se le hizo, tanto del testimonio que supuestamente declaró en vista preliminar como en la declaración jurada previa que prestó, así como el convenio que realizó con los fiscales, su posición fue que no iba a declarar absolutamente nada”.

“En ausencia del testimonio de Luis González, ellos (los fiscales del caso) no tienen ninguna prueba en contra de las dos personas imputadas aquí de delito, ellos no tienen ningún testigo adicional que diga que Keishla o que William participaron en estos hechos. […] En ausencia del testimonio del cooperador, que ya no está cooperando absolutamente nada, ellos tienen un problema como cuestión de derecho para sostener este caso más allá de duda razonable”, sostuvo Castro.

El juicio contra los coacusados, que enfrentan cargos por asesinato, tentativa de asesinato y violaciones a la Ley de armas, continuará el martes en la sala 605, donde se espera que la jueza Báez Burgos anuncie su determinación en torno a si se declara o no a González Martínez como un testigo no disponible.