Después que se produjeron los disparos en el sexto piso de la Comandancia de Ponce, el teniente Javier Requena llegó a la oficina de su esposa, la teniente Luz Soto Segarra. 

Allí se topó con el agente Guarionex Candelario Rivera, sospechoso de disparar contra Soto Segarra, así como contra el comandante Frank Román Rodríguez y la agente Rosario Hernández de Hoyos.

Requena, quien labora en el tercer piso de la comandancia, le hizo frente a Candelario Rivera y le disparó alcanzándolo en el tórax y un brazo. 

Entonces se movió al lado de su esposa, quien yacía mortalmente herida, junto a Román Rodríguez y Hernández de Hoyos. Eventualmente, todos serían pronunciados muertos en la escena.

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Así se desprende de la pesquisa preliminar del sangriento suceso ocurrido en la mañana de ayer, lunes, según supo este medio.

El superintendente asociado de la Policía, Juan B. Rodríguez Dávila, no confirmó que se ha recopilado información en el sentido de que luego de que Candelario Rivera disparó a los tres oficiales, arribó al lugar Requena, quien le hizo frente y le disparó con el arma de reglamento. 

Sin embargo, corroboró que Requena fue desarmado como parte de la pesquisa de los hechos, a cargo del Negociado de Investigaciones Especiales (NIE) y no será objeto de investigación administrativa al presente. 

“Por el momento no. Vamos a esperar por el resultado de los análisis periciales y los informes que guardan relación con el uso de fuerza para tener un cuadro claro de las acciones que estaremos ejecutando próximamente”, sostuvo Rodríguez Dávila.

Según el superintendente asociado, quien lidera al momento el cuerpo policial mientras el superintendente José Caldero López está fuera del país, antes del ataque que cobró la vida de los tres oficiales en la Comandancia de Ponce, el sospechoso de ultimar a los uniformados coincidió en el elevador con el jefe del área policiaca, Héctor Agosto Rodríguez, a quien le manifestó interés de reunirse con él.

Cuando llegaron al sexto piso, el coronel Agosto Rodríguez lo refirió para que hablara con la directora de administración, la teniente Soto Segarra, ya que en ese momento el máximo directivo de la comandancia ponceña estaba en proceso de incorporarse a su puesto e iniciar labores, luego de regresar de vacaciones. 

“(Candelario Rivera) acude a comandancia requiriendo hablar con el coronel Agosto y dentro del proceso le pide a la teniente, que es directora de Administración, que atendiera su reclamo, ya que Agosto se incorporaba de vacaciones”, explicó Rodríguez Dávila en entrevista con este medio.

Poco después de ese encuentro se produjo la agresión a tiros que cobró la vida de Soto Segarra, así como del comandante Román Rodríguez y Hernández de Hoyos, reconoció el superintendente asociado. 

El sospechoso de perpetrar el triple asesinato tiene 50 años y es oriundo de Peñuelas. Estaba asignado al Centro de Mando en Ponce, pero al momento de los hechos tenía licencia de enfermedad, según consta en un certificado médico.

El trágico suceso ocurrió durante un corto lapso de tiempo, tras el encuentro con Agosto Rodríguez en el ascensor, ya que minutos después de llegar a su oficina el coronel recibió una llamada de la teniente Soto Segarra para manifestarle que estaba encañonada ya que la habían tomado de rehén y que Candelario Rivera exigía verlo. 

Rodríguez Dávila detalló que de inmediato se activó el protocolo en casos de toma de rehenes mediante comunicación con el jefe del Cuerpo de Investigación Criminal (CIC) del área de Ponce, comandante Carlos Cruz y se solicitó la presencia de la unidad especializada S.W.A.T. 

Además, manifestó que recibió una llamada de Agosto Rodríguez alertándolo sobre la situación de emergencia. Mientras el coronel se encontraba junto al comandante Cruz recibió otra llamada en la que notificaba sobre el triple asesinato. 

“En ese proceso ocurre la muerte de los compañeros. No hubo negociación”, dijo Rodríguez Dávila. 

El funcionario no quiso entrar en más detalles sobre cómo ocurrieron los asesinatos de los oficiales ya que la pesquisa está en manos del Negociado de Investigaciones Especiales (NIE), del Departamento de Justicia. 

La escena del crimen fue supervisada directamente por fiscal general José B. Capó y los trabajos de recopilación de información en el lugar de los hechos se prolongaron hasta las 6:00 p.m. 

Relevo temporal

Por otro lado, Rodríguez Dávila indicó que para procurar mantener la estabilidad en la Comandancia de Ponce después del trágico suceso, asignó al coronel Miguel Rosado Carrero a dirigir interinamente esa área policíaca.

Rosado Carrero se desempeña como jefe del área policíaca de Mayagüez y estará a cargo de dirigir la comandancia ponceña mientras el coronel Agosto Rodríguez se repone del impacto emocional de los hechos que han consternado a la Policía y a todo el país. 

“En vías de mantener la estabilidad de la Comandancia, en consenso con Agosto, ante lo afectado que se encontraba, decidimos enviar apoyo desde ayer (lunes) para que dirija interinamente el coronel Miguel Rosado. Nos vamos a reunir con la oficialidad a cargo de los planes de trabajo para darles continuidad en lo que agosto continúa recibiendo ayuda profesional”, detalló Rodríguez Dávila. 

Desde ayer, lunes, se activaron seis psicólogos para trabajar con el estado emocional del grupo de gerenciales, así como del restante personal que labora en la Comandancia de Ponce. El equipo de la División Psicológica también atendería a familiares de las víctimas y del victimario. 

El comandante Román Rodríguez fungía como segundo en mando en el área policiaca de Ponce. El oficial, vecino de Sabana Grande, era padre de tres hijos de 19, 20 y 25 años.

Soto Segarra estaba a cargo de la administración de la Comandancia. A la teniente, de 49 años, natural de Yauco, le sobreviven dos hijos de 25 y 29 años. 

La agente Hernández de Hoyos, nacida en Ponce, estaba asignada al Centro de Mando de la Policía. Recientemente había sido sometida a una cirugía de corazón abierto. La mujer policía es madre de cuatro hijos de 11, 13, 20 y 23 años.

La Policía aspira a llevar a cabo el velatorio de los tres oficiales en el mismo lugar. Es probable que la ceremonia sea entre el miércoles o el jueves, una vez el Instituto de Ciencias Forenses culmine las autopsias. 

De acuerdo con información preliminar, se rendirán honras fúnebres por espacio de cuatro horas en el Complejo Ferial de Puerto Rico, Juan H. Cintrón García, también conocido como el Centro de Convenciones de Ponce.  En ese recinto se llevaría a cabo el acto de asensos póstumos.