Bajo insultos y gritos, la exsecretaria del Departamento de Educación Julia Keleher arribó al Tribunal Federal, localizado en la avenida Chardón en Hato Rey, para comparecer ante las autoridades luego de ser arrestada hace una semana en Washington D.C. tras ser imputada de siete cargos criminales, que incluyen fraude, robo, lavado de dinero y conspiración para lavado de dinero.

La exfuncionaria entró a toda prisa y no emitió comentarios. La mayoría del trayecto, en lo que atravesaba el primer punto de seguridad e identificación, se mostró con gestos de sorpresa. Solo masticaba chicle.

Su abogada, la licenciada y exfiscal federal María Domínguez, indicó que su cliente no hablaría.  “Hay una orden de mordanza, por favor, no la sigan acosando”, pidió Domínguez.

Relacionadas

Mientras esto ocurría se escuchaban gritos, como “¡Eres una pilla!”, “¡Delincuente!” y  “¡Corrupta!” por parte de los manifestantes convocados por la Federación de Maestros de Puerto Rico.

La semana pasada, además de Keleher, las autoridades federales arrestaron además  la exdirectora ejecutiva de la Administración de Seguros de Salud (ASES), Ángela Ávila; los empresarios Fernando Scherrer y Alberto Velázquez Piñol y las contratistas hermanas Glenda y Mayra Ponce Mendoza (Colón & Ponce Inc.) por presuntamente cuajar -al menos- tres esquemas de corrupción que desviaron sobre $15 millones en fondos estatales y federales a empresas e individuos.

Durante la manifestación se arrestó al maestro Armando Laboy, quien poseía un machete de madera. Presuntamente, el educador de Humacao -que estaba en el portón- alzó el objeto y recibió instrucciones de los agentes para que lo bajara. Al lo hacerlo, lo detuvieron.

Los manifestantes cuestionaron que “si aquí la delincuente es Julia Kleher, ¿por qué no llegó arrestada ni esposada, y a Laboy sí (lo detuvieron)?”.