Hoy ‘Día de Acción de Gracias’, el alcalde de San Germán, Virgilio Olivera Olivera, aprovechó para agradecerle, nuevamente, a Dios y a sus amados padres “el haberme rescatado de las garras de la muerte… El haberme dado la gran oportunidad de estar vivo”.

Sentado, reflexivo, con una taza de café caliente en la mano derecha y junto a sus progenitores, don Virgilio Olivera y doña Margarita Olivera, el ejecutivo municipal utilizó la ocasión para abrir su corazón y compartir parte de su historia de vida.

“Estos días son sumamente emotivos y llenos de momentos que nos llegan al centro del corazón, donde se encuentran las emociones más íntimas… Dios hizo posible, lo que para la ciencia resultó ser muy difícil o imposible. ¡Dios tuvo un propósito!... Nosotros celebramos la vida y el milagro de existir”, expresó Olivera Olivera.

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“Todos los años, para esta misma fecha, nosotros nos ponemos muy tristes… Porque, nos viene a la memoria aquel triste momento en el que los doctores le dieron, a Virgilio, ‘solo 24 horas de vida’ en el Centro Médico de Mayagüez… Fueron días sumamente difíciles y repletos de sufrimiento, en los que sentimos como se nos desgarró el corazón con nuestra primera ilusión… Nosotros teníamos tantas ilusiones con ese embarazo, le hablábamos a la barriga”, recordó muy bien la madre del alcalde sangermeño, quien se convirtió en el primero de los tres hijos del matrimonio (Jesús y Adrián).

“Aún y con la edad que él tiene (33 años, recién cumplidos), yo no supero todo aquel dolor… Su nacimiento fue sumamente complicado, resultó tan difícil… Yo estuve 24 horas de parto y a raíz de eso, comenzaron las complicaciones”, hizo hincapié.

De otra parte, a don Virgilio le vino a la memoria, mientras dos lágrimas le bajaron por sus mejillas, que “Virgilio nació con los pulmones perforados y tragó parte del líquido amniótico... Nos dijeron: ‘Si pasa las 24 horas, su hijo es un verdadero milagro de vida’… Él estaba en una incubadora, lleno de cables e impresionantes máquinas’”.

Luego de haber pasado esa crisis e interminables citas de seguimiento semanales, doña Margarita estuvo un año vestida de hábito, teniendo muy presente a la Virgen de la Milagrosa.

“Hoy jueves, nuevamente, le damos las gracias a Dios por el milagro de la vida”, dijo la cariñosa madre del alcalde, mientras, al igual que su esposo, le dio un beso a su amado hijo y bendijo su existencia en este plano.

“Éste es el mejor momento para compartir con los nuestros. O sea, con nuestros familiares, amigos y vecinos, de forma virtual o física. Claro está, siguiendo al pie de la letra los protocolos de seguridad del Gobierno de Puerto Rico y el Departamento de Salud (DS)… Asimismo, para hacerle una llamada a las personas que, por equis o ye motivo, están distanciadas... En fin, es el mejor momento para dar amor a manos llenas”, manifestó el Primer Ejecutivo Municipal ante la celebración del día de mañana.

“Ciertamente, el COVID-19 y el ajetreo de la vida nos han limitado el compartir en familia, contrario al pasado… No obstante, debemos retomar aquellas tradiciones de antes, cuando toda la familia se sentaba a cenar unida y llena de amor, sin distracción alguna, y luego se repartía los regalos. Y, ¿qué mejor momento que el ‘Día de Acción de Gracias’?”, agregó quien invitó a las personas a vivir “con esperanza, fe y optimismo”.