El intento de entrar 250 toneladas de ayuda humanitaria desde Puerto Rico a Puerto Cabello, Venezuela, por medio de la barcaza de la compañía EZ Shipping Limited, se cuadró desde el pasado 11 de febrero.

Así lo reveló una carta publicada en exclusiva por la periodista venezolana Mariana Reyes enviada por el autoproclamado presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, al gobernador del archipiélago borincano.

"En uso de las atribuciones que me confiere la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, autorizo la navegación por aguas territoriales y el ingreso al Territorio Nacional de la embarcación ‘Midnight Stone/OSV’, matrícula 2439, de la Compañía Operadora E-Z Shipping, que zarpará de acuerdo a su solicitud del Puerto de San Juan de Puerto Rico", se desprende de la misiva.

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En la carta –dirigida a “Su Excelencia”, Ricardo Rosselló Nevares– el líder de la oposición y presidente de la Asamblea Nacional le agradece a nombre de millones de venezolanos el apoyo y esfuerzo” realizado para ayudar a Venezuela.

“La referida autorización se enmarca en el Plan de Ayuda Humanitaria para Venezuela que estamos ejecutando desde la Asamblea Nacional con la ayuda de la comunidad internacional, la diáspora venezolana y organizaciones no gubernamentales naciones e internacionales”, continuó Guaidó.

La carta fue enviada nueve días antes de que saliera la embarcación hacia el país suramericano y, curiosamente, en ese momento la compañía no contaba con los permisos para hacer negocios en Puerto Rico. Esa autorización fue emitida por el Departamento de Estado siete días después.

El contrato entre la empresa naviera y el gobierno de Puerto Rico fue firmado el 19 de febrero –un día antes de zarpar– a un coste de $211,000 y con cláusulas que estipulan que cualquier retraso a partir del 23 de febrero se cobrarán $25,000 diarios.

Además, se pactó que, si la nave enfrenta "cualquier inconveniente" en su viaje, incluyendo con las autoridades de Venezuela, el Departamento de Estado se comprometía a usar "recursos financieros para restaurar pacíficamente la posesión de la nave".

El contrato fue firmado por María A. Marcano De León, secretaria interina del Departamento de Estado, luego que Luis Rivera Marín saliera de vacaciones tras protagonizar un escándalo internacional al decirle a CNN en Español que Puerto Rico había logrado ingresar ayuda humanitaria a Venezuela cunado no era cierto.

(Twitter)
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Los interceptaron

Precisamente, la barcaza no pudo cumplir hoy su misión de invadir las aguas territoriales autónomas controladas por el presidente Nicolás Maduro, quien se ha negado efusivamente a recibir los suministros.

La tripulación se comunicó con el comandante general de la Armada, Giuseppe Alessandrello, quien –según la periodista venezolana– manifestó

“su lealtad a la revolución” y negó la entrada de alimentos y productor médicos.

Tras esa decisión, Rosselló Nevares le ordenó a la embarcación a abandonar el área.

“He impartido instrucciones para que el barco abandone el área temporeramente por la seguridad de la tripulación y los periodistas que se encuentran en la nave”, indicó en declaraciones escitas a la prensa.

El primer ejecutivo calificó las “amenazas directas de fuego por parte de naves venezolanas” como una “grave violación contra una misión humanitaria integrada por ciudadanos americanos”.

“Es inaceptable e indignante”, sostuvo.

Rosselló dijo que informó al gobierno federal “del grave incidente” y que se mantienen en comunicación para “determinar los pasos a seguir”.