En las redes sociales le llueven las críticas al alcalde de Arecibo Carlos Molina Rodríguez por la implantación del cobro por el recogido de basura residencial anunciado en días recientes.

A juzgar por varios comentarios realizados luego de que se hizo pública la medida, los arecibeños entienden que es un impuesto más a gente que no puede pagar en medio de la crisis económica, o que no deben pagar doble, ya que el IVU Municipal iba dirigido a subvencionar dicho servicio.

“¿Está listo el municipio de Arecibo para enfrentar la avalancha que seguro habrá de vertederos clandestinos? Porque la gente no puede, Molina, seguir sumando a su día a día un costo adicional por el recogido de basura. Es una cuestión de salubridad y eso, ‘señor alcalde’ no tiene precio. Suerte con eso”, escribió una usuaria en el portal oficial del Municipio en Facebook.

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Sin embargo, según el alcalde con dicho cobro lo que busca es mover a la gente al reciclaje.

“Si usamos el reciclaje, eso nos ayudaría a funcionar mejor, a bajar el costo de recogido de desperdicios sólidos y es menos basura que va al vertedero”, destacó Molina Rodríguez sobre la campaña de reciclaje que, al momento, impacta a más de 17 comunidades y llegaría a más desde el 15 de junio.

De acuerdo con el alcalde, en esa fecha se activará el portal cibernético www.areciboverde.com donde las familias podrán suscribirse al servicio compulsorio para la recolección de desperdicios sólidos, entre otras funciones.

Las residencias en Arecibo pagarán $10 por el servicio para la recolección de desperdicios sólidos. Mientras, quienes se suscriban al programa de reciclaje, reducirán $1 de su tarifa mensual. Las residencias que pertenezcan a personas de la tercera edad, pagarán $3 menos al mes.

A su vez, los residentes suscritos al programa de reciclaje y los propietarios adultos mayores, podrán efectuar un pago anual de $84, que implica una reducción de $36 en comparación con la tarifa regular. 

Sin embargo, mientras los residentes en edad avanzada tendrán el descuento en sus pagos mensuales, los acogidos bajo el programa de reciclaje, solo podrán disfrutar del descuento tras un único pago anual. 

Molina Rodríguez dijo que la compañía, The Phoneix Company Inc. tendrá a cargo la facturación y los métodos de pago para el servicio. Detalló que la empresa emitirá facturas a través de correo electrónico, mensajes de texto y en su defecto, mediante correo regular con un cargo de .75¢. 

Asimismo, indicó el alcalde que los residentes podrán efectuar pagos a través de tarjetas de crédito, suscribiéndose a un débito automático en sus cuentas de banco y acudiendo con dinero efectivo a la oficina municipal de Rentas Públicas.

A la par con el portal de registro en internet, el municipio lanzará un cuadro telefónico con el número, 787-563- 2910, que responderá a las interrogantes de los subscriptores y que ofrecerá instrucciones para el registro efectivo de las residencias al servicio. 

El alcalde subrayó el carácter mandatorio de la medida e indicó que los residentes sin suscripción o los que evadan el pago, se exponen a multas o a la suspensión del servicio. 

“Si esa persona no paga se le da un multa de $25, una multa de gracia, después comenzamos a cargarle esa multa y a generar intereses, que serían $25 más $10, más los intereses y mientras más dejen de pagar, más multas y más intereses van a pagar. Y al llegar a una cuantía suficiente se irá a los tribunales y se les establecerá una demanda de cobro. Aparte de que se le coloca un gravamen a la propiedad que cuando esa persona venda la propiedad (sea excenta o no) y vaya  por un certificado del CRIM, saldrá con un gravamen y tiene que pagar para poder cumplir o darle el servicio”, detalló.

Sin embargo, otra razón para dicha acción es que la basura resulta en una carga y así lo hizo constatar en una entrevista con El Norte, previo al anuncio del nuevo cargo.

“Ya estoy cobrando la basura (comercial), porque la mayor carga mía en Arecibo, y sé que la de todos los municipios, es la basura. No hay quien pueda pagarla. Y esto lo hacen todos los estados, están cobrando por el recogido de todos los desperdicios sólidos”, aseguró.

Molina Rodríguez heredó una deuda millonaria en este renglón, lo que lo llevó a ser de los primeros ejecutivos municipales que abrió “la Caja de Pandora”, en cuanto a imponer un cobro a los ciudadanos.

“Es que ya no había forma. Es muy sencillo o tomo acciones que, quizás, no sean las más agradables de la Tierra o cierro el Municipio o despido un 30% a 40 % de empleados, que no lo quiero hacer. Y tengo que tomar las medidas que tengo que tomar y la gente tiene que entender que tiene que cooperar”, estableció Molina Rodríguez.

El éxito de esta inciativa, según el alcalde, dependerá de que la gente aprenda sobre la misma. “Creo que es educación. Y si la gente no está educada, no coopera, pues, mira ¿qué queremos? ¡Vivir en un basurero! Nos toca ayudar, arreglar y  levantar a Puerto Rico, pero todo el mundo tiene que aportar”, detalló.