El cuartel de la Policía Municipal de Cabo Rojo fue cerrado de manera preventiva luego que un agente arrojara positivo a COVID-19 en una prueba rápida, informó hoy el alcalde Roberto “Bobby” Ramírez Kurtz.

Además, el primer ejecutivo municipal ordenó que todos los efectivos sean sometidos a pruebas moleculares este próximo lunes, 20 de julio. Si alguno de ellos arrojara resultado positivo, serán sometidos a aislamiento preventivo.

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Ramírez Kurtz agregó que el cuartel será sometido a procesos de desinfección y labores de limpieza, motivo por el cual permanecerá cerrado hasta nuevo aviso.

De necesitar algún servicio, los ciudadanos podrán comunicarse con la Policía Estatal, la Oficina Municipal para el Manejo de Emergencias y la Oficina de Emergencias Médicas.

“Para nuestra administración municipal en Cabo Rojo el capital humano es su mayor y más preciado recurso, y preservar su salud y bienestar ante los riesgos que enfrentan en momentos de crisis como los que vivimos con la pandemia del coronavirus, es una prioridad”, afirmó.

El pasado 14 de julio, en medio de un aumento en los casos de COVID-19, el alcalde emitió una nueva orden ejecutiva que entró en vigor al día siguiente y que, entre otras cosas, impuso un toque de queda de 7:00 de la noche a 5:00 de la mañana.

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En casi dos semanas, los contagios confirmados en el municipio aumentaron de 25 a 45, incluyendo un brote originado en una cooperativa del pueblo costero. Además, un McDonald’s del ayuntamiento fue cerrado luego de que un empleado diera positivo al virus.

La orden ejecutiva también establece el cierre de todas las playas, barras y rampas de botes en jurisdicción de Cabo Rojo hasta el 26 de julio, fecha en la que culminará la nueva ordenanza.