Aunque el sector de la agricultura sufrió cuantiosos daños por el huracán Fiona, el secretario de Agricultura, Ramón González Beiró aseguró que ya están recibiendo reclamaciones de parte de los agricultores y esperan comenzar a procesarlas cuanto antes para que puedan recibir compensación por las pérdidas y levantarse lo más pronto posible.

“Estaremos inspeccionando. Hemos recibido muchas reclamaciones ya, sobre 1,000 reclamaciones de los agricultores. Y siguen llegando, vía email y otras que las enviaron por correo y llegarán también posteriormente. Pero hay buen movimiento en cuanto a las reclamaciones a través de las regiones”, comentó el secretario.

Insistió en el llamado a los agricultores para que continúen haciendo las reclamaciones, y sostuvo que “vamos a responder cuanto antes”.

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“Desde mañana vamos a estar inspeccionando fincas y esperamos que esto sea un proceso rápido. Es doloroso por lo que estamos pasando, pero vamos a hacer todo lo posible por facilitar la vida a los agricultores”, reiteró.

El secretario aclaró además que, contrario a lo ocurrido luego de María, que tardaron en determinar qué fondos utilizarían en la Corporación de Seguros Agrícolas para pagar por las reclamaciones, en esta ocasión “ya nosotros hicimos ese trabajo esta semana”.

“Y empezamos a inspeccionar mañana en el campo y estaremos pagando pronto. Eso debería tomar, en su totalidad, 60 a 90 días máximo, si hay casos donde no coincida la opinión del inspector con el agricultor. Pero va a ser un proceso rápido”, insistió.

El presidente de la Asociación de Agricultores, Héctor Cordero, coincidió en resaltar que, contrario a lo ocurrido luego de María, “que estuvimos meses sin comunicación, pues en este momento las redes de comunicación nos han ayudado a recoger toda la información. Y por ese lado, es un paso adelante. Podemos decir que fácilmente podemos reducir entre dos o tres meses el tiempo de espera. Si en María fueron ocho meses que pudo llegar la ayuda, pues podemos entender que en esta ocasión entre cuatro a cinco meses ya debe estar la ayuda, porque esa data ya está corriendo”.

“Sabemos que existe el compromiso, y están en el campo, están visitando y están recogiendo toda la data. La Corporación de Seguros Agrícolas tiene como meta en un periodo bien rápido de tiempo hacer los desembolsos necesarios para los agricultores. Está ese compromiso”, afirmó Cordero.

Agregó que también hay una colaboración con el Departamento de Agricultura federal para trabajar en con programas de asistencia a agricultores, y que a esos efectos incluso se había enviado ya una comunicación al secretario de Agricultura federal, Thomas Vilsack, “explicando las necesidades que hay”.

En cuanto a los cultivos más afectados, González Beiró indicó que “básicamente, lo que habíamos adelantado en cuanto a los sectores más afectados, lo hemos ido confirmando. Sigue siendo plátanos y guineo, donde nosotros teníamos aseguradas alrededor de 7,500 cuerdas entre los dos cultivos, y en su mayoría pues va a ser eventualmente declarada pérdida total por los inspectores de la Corporación de Seguros Agrícolas”.

“Lo otro son las hortalizas en el sur, plátano y guineo en la montaña también, obviamente. En el café, nos va a tomar un poquito más de tiempo determinar la pérdida real, porque algún daño de viento tarda un poco más en reflejarse, a ver si el árbol se va a morir o no. Sí hay pérdida de cosecha del grano que estaba maduro, que se cayó, se pierde. Y también depende mucho por las zonas. Maricao, Las Marías, partes de Adjuntas, le dio bien duro”, agregó el secretario.

Sostuvo que, en aquellas fincas de café que no resultaron demasiado perjudicadas pues continúa a cosecha, que normalmente se extiende hasta enero.

Cordero, por su parte, lamentó que mientras los agricultores tratan de salvar lo más posible, enfrentan otra vez el problema de falta de mano de obra.

“Y ahora uno de los problemas también que están confrontando la gente de la montaña, y todos los agricultores, pero especialmente en la montaña, es la falta de mano de obra. Por más que se intente recoger el café que se cayó, si no hay manos, pues es muy poco lo que se va a recuperar”, indicó. “Todavía se podría salvar algo, pero están corriendo contra el reloj, y contra la escasez de manos”.

El secretario de Agricultura subrayó que, a pesar de los daños, no todos los cultivos van a tardar igual en recuperarse. Auguró que “hay unos productos que nos vamos a recuperar rápido como son los vegetales, las hortalizas. En cuestión de tres o cuatro meses vamos a estar ya en el mercado nuevamente. Hay productos, como fincas de ñame o yautía, que no necesariamente se perdieron todas, así que va a haber productos también”.

En caso de las hortalizas, agregó, la temporada de siembra fuerte comienza en octubre, “así que vamos a comenzar de forma normal y esperamos tener una buena temporada”.

Agregó que otros cultivos de frutas, como los mangós, tuvieron alguna pérdida de frutos maduros que cayeron, pero en general están bastante bien. Otros, como los melones, “se siembra bien rápido y está rápido también”.

“Lo más que nos demora es el plátano y el guineo, que se tarda un año, entre 10 a 12 meses vamos a estar sin producto local”, lamentó.

Sin embargo, alertó que, durante los próximos días, “sí va a haber mucho producto, que se va recuperando, de las matas que se doblaron, muchos racimos se van cortando y se pueden consumir. Y es importante apoyar a los agricultores en ese sentido”.

“Va a haber como dos semanas de mucho producto en la calle. Que los auspicien, que los compren, que vamos a estar un tiempo en lo que volvemos a ver plátano local”, insistió, recordando que la fruta que más se consume en Puerto Rico es el guineo maduro, todo de produccion local.

Para compensar por esos meses en que no habrá producción local mientras vuelven a crecer los cultivos de plátano y guineo, el Departamento estará “inspeccionando fincas en el extranjero y asegurándonos que están libres de enfermedades, para poder importar su producto. Tenemos que certificar esas fincas en el extranjero, enviar fitopatólogos allá y mirar si tienen enfermedades que no tenemos nosotros. También está el proceso de otorgación de licencias de importación, y un montón de requisitos que tienen que cumplir los importadores”.

Añadió que esperan importar cantidades suficientes para poder mantener precios competitivos y que no varíen de manera significativa, pero insistió en que el consumidor “tiene que estar pendiente que no quieran aprovecharse de él” con precios exagerados.

Mientras, en la industria lechera el panorama era más alentador. De acuerdo con Cordero, “ya podemos decir que la industria lechera está en operación quizás a un 90 a 95%. Ya las plantas de leche en el día de ayer completaron el recogido. De haber algún problema puede ser en alguna vaquería que tenga algún problema de acceso. Pero las plantas de leche, tanto Suiza (Dairy), Tres Monjitas como Indulac están recuperadas y están trabajando ‘full power’ (a toda máquina)”.

El secretario coincidió en que la industria lechera tuvo una rápida recuperación y ya está “operando con normalidad”. Sostuvo que, aunque durante el domingo y lunes desecharon leche en algunas vaquerías, porque fue necesario detener el recogido mientras azotaba el huracán, ya desde el martes se había reiniciado el recogido de leche en las vaquerías. Agregó que sí se habían reportado algunos impactos en pastos y cercas, pero reiteró que esa industria ya estaba operando “en normalidad”.

No obstante, Cordero alertó que la producción podría comenzar a verse afectada por la disponibilidad de alimento para los animales, toda vez que los pastos fueron afectados por la gran cantidad de lluvia, y también hay dificultades en los molinos que procesan alimento concentrado y, de hecho, solo uno de ellos está operando y el otro lo está haciendo “a poca capacidad”. Sin embargo, se espera que ambos molinos puedan retomar sus operaciones normales lo antes posible.

En un tema relacionado, Cordero se refirió a las comparaciones de los daños ocasionado por María y Fiona a la agricultura, y sostuvo que es posible que en algunas fincas se considere el mayor el daño que dejó Fiona, porque “con vientos sostenidos de 50 millas por hora es suficiente para destruir una plantación agrícola. Y cuando viene unido con la cantidad de agua que cayó, es mucho más retante la situación”.

Sin embargo, consideró esa gran cantidad de lluvia podría dejar algún efecto positivo a largo plazo una vez se filtre a los acuíferos, en particular al acuífero del sur que estaba en bastante mal estado.

“Entendemos que, si esa agua llega a los acuíferos, definitivamente es una oportunidad de que esos acuíferos se restablezcan, que esa es una de las esperanzas que hay. Se entienden que debe ser así”, indicó Cordero, aclarando que habrá que esperar la información al respecto que emitan los expertos hidrólogos, para saber con certeza cual ha sido el efecto de las copiosas lluvias de Fiona en los acuíferos.