La situación en una escuela de Guayanilla, que tiene una parte de su estructura sin servicio de energía eléctrica, y que fue denunciada por el representante José “Cheito” Rivera Madera, ya se está atendiendo y se espera que pronto sea resuelta, según indicó el Departamento de Educación (DE).

Hace unos días el legislador denunció que una zona de la Escuela Elemental Dalila Torres estaba sin servicio de energía eléctrica, lo que -a su vez- afectaba a estudiantes de educación especial.

“El edificio es viejo, metieron los muchachos allí, el municipio hizo lo que podía, pero ni OMEP (Oficina para el Mejoramiento de Escuelas Públicas), ni el Departamento de Educación, ni (la Autoridad de) Edificios Públicos han venido a hacer lo que les toca a ellos”, condenó el representante en una entrevista radial.

Relacionadas

Denunció, además, que en el área sin electricidad había “niños de escuela elemental que tienen enfermedades terminales, tienen enfermedades como fístulas en los riñones, tienen autismo, epilepsia, síndrome Down, y están allí metidos cuatro grupos, en dos salones, que los salones están divididos por el medio con armarios y pupitres. Y están allí sin energía eléctrica, con calor, no tienen luz para ver lo que están haciendo”.

“Es increíble que todavía en el 2024, cuatro años después de los terremotos todavía estemos hablando de esto. No es que sea una situación de que aquí no hay un aire, o no tenemos estacionamiento. No, no, es que son las cosas más básicas y más sencillas que se espera se tengan en una escuela, energía eléctrica”, agregó Rivera Madera en tono evidentemente molesto.

Representante popular José “Cheito” Rivera Madera.
Representante popular José “Cheito” Rivera Madera. (Carlos Giusti/Staff)

Sostuvo, además, que lo que ocurre en esa escuela es una situación que están denunciando hace dos años. En un momento, denunció en entrevista con Primera Hora, que allí “estaban atendiendo estudiantes en una covachita de madera con zinc en el patio, que estaban tomando las terapias de educación especial”.

La situación a la que hacía referencia, luego de darse a conocer públicamente en febrero de 2022, fue atendida por las autoridades, que cerraron la covacha y trasladaron a los estudiantes y a la terapista a un salón regular.

“Es la misma escuela, es exactamente la misma escuela. Estamos hablando de niños de educación especial. Estamos hablando de niños que son epilépticos, que tienen autismo severo, que hay que trabajar con ellos de una manera especial. Imagínate con el calor, los mosquitos picando… es que es inhumano tan siquiera que estén allí”, insistió el representante.

Añadió que el director regional “diligentemente me envió cuál es el plan, que es una presubasta…”.

“Pero el problema es, digamos que esa presubasta mañana se declara desierta, que no va nadie. Entonces, ¿qué vamos a hacer? ¿Cuál es el próximo paso?”, cuestionó.

Sin embargo, el DE aseguró que la presubasta se llevó a cabo y comparecieron tres contratistas.

El Departamento explicó que el proceso que sigue es que el próximo lunes, 26 de febrero se adjudica, se hace la orden de compra y, por tratarse de una urgencia, la línea de tiempo para hacer los trabajos es de una semana.

Entretanto, no deberán afectarse las clases a los estudiantes, pues el DE aseguró que “ser realizaron ajustes internos en la escuela para moverlos a otros espacios con servicio eléctrico”.