El Departamento de la Familia informó que contactó los 19 hogares de ancianos ubicados en Trujillo Alto y en ninguno se ha reportado incidentes de personas con acceso a las instituciones con el COVID-19, enfermedad conocida como coronavirus, esto al tiempo que hoy quedaba en entredicho que una enfermera que trabajaba en una de esas instalaciones muriese a consecuencia de la pandemia.

El director de educación continua del Colegio de Enfermería Práctica de Puerto Rico, Julio Irson, aclaró hoy que no ha podido confirmar la información que había recibido ayer, y que compartió a medios como Primera Hora, sobre la muerte de la enfermera que laboraba en un hogar de ancianos.

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Irson explicó que el origen de la información que compartió fue que una persona en su área de educación continua fue contactada por un hombre, quien a su vez dijo que su pareja era enfermera y había muerto de coronavirus. Sin embargo, Irson dijo que no han logrado volver a contactar al sujeto al teléfono del que llamó, aunque lo han intentado.

“El caballero no aparece”, sostuvIrson agregó que tampoco pudo confirmar si la fallecida se trataba de una enfermera y dijo que no tiene el nombre completo, solo los apellidos.o.

Explicó que otra persona le dijo que cree que esa persona muerta trabajó en un hogar de ancianos ya cerrado en Trujillo Alto. También se cree que se trata de una persona que completó estudios de enfermería y tomó el examen, pero no pudo corroborar si había aprobado ese examen.

Gestiones realizadas por Primera Hora con el Departamento de Salud y con el Negociado de Ciencias Forenses no arrojaron luz sobre esta supuesta muerte por coronavirus.

Mientras, Frances Rodríguez, portavoz del DF, dijo que desde anoche cuando trascendió el supuesto fallecimiento llamaron a los hogares de ancianos licenciados por el DF en Trujillo Alto y ninguno reportó un caso de enfermo o de muerte por COVID-19. Agregó que hoy temprano se contactaban hogares de pueblos vecinos a Trujillo Alto y se examinaban expedientes de empleados de esas instituciones.

Añadió que Yelitza Santiago, directora de la oficina de licenciamiento del departamento de la Familia, informó que se han realizado sobre 3,500 llamadas a todos los establecimientos (de adultos) para evaluar estatus, cumplimiento y necesidades en relación a COVID-19.

Santiago alertó que cualquier establecimiento que no brinde información concreta y fidedigna de las situaciones en las instituciones “se expone a perder su licencia”.

Hay 870 hogares de ancianos operando en Puerto Rico que albergan 15,000 residentes, informó Familia.

Rodríguez recordó que, para proteger a los ancianos del COVID-19, enfermedad con alta tasa de mortalidad en esa población, se emitió una directriz administrativa que prohíbe las visitas en estas dependencias.