Aún cuando los 28 de diciembre se conocen como un día para hacer bromas, la realidad detrás de la fecha es una muy distinta. Se trata de un episodio bíblico marcado por la matanza ordenada por el Rey Herodes a todos los niños menores de dos años nacidos en Belén, esto con el fin de asesinar al recién nacido Jesús de Nazaret.

El evangelio de Mateo, según explica la revista católica El Observador, indica que la masacre de los pequeños debió ocurrir después de la visita de los Tres Reyes Magos. De hecho, fue después que los magos partieron de Belén que, según las escrituras, un ángel de Dios se le apareció a José y le dijo: "Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allá hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo…". Y fue así que el pequeño Jesús de Nazaret pudo ser salvado de aquel atentado. En cambio, Herodes descargó su ira con la matanza de las otras criaturas. 

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Sin embargo, ya en la Edad Media, según se explica en sitios como el ABC, comenzaron los festejos paganos para el 28 de diciembre, pues coincidía con la "Fiesta de Locos", un evento lleno de "sacrilegios e impiedades".

Aquí en Puerto Rico, además de las tradicionales bromas, el Día de los Santos Inocentes se celebra en algunos pueblos, pero de maneras muy distintas.

Por ejemplo, en el barrio Llanadas de Isabela se celebra desde 1914  pero con un enfoque religioso y cultural del suceso narrando en el evangelio de Mateo. De hecho, este año el evento cumplió 100 años.

De otra parte, también las festividades más alborotosas como las que se efectúan en municipios como Moca y Hatillo, donde personas disfrazadas con máscaras recorren las calles emulando a los sanguinarios soldados a cargo de la matanza de niños que ordenó Herodes.