Con una trayectoria de 112 años, en el casco urbano de Adjuntas, la Farmacia Jenny es de esos espacios emblemáticos de este pueblo que han ganado el respeto y la lealtad de su gente.

Y, no solo ha sido a través del despacho de medicamentos y productos de primera necesidad pues, hace 23 años, los propietarios del lugar Edwin Báez Ortiz y su esposa Jenilsa Vélez Vega, integraron el servicio de Lotería Electrónica, algo innovador en ese entonces.

“La Lotera Electrónica lleva con nosotros lo mismo que nosotros aquí, 23 años. Juegan de todo; tengo clientes que vienen todos los días, vienen por la mañana y otros como a las dos de la tarde. Son clientes vitalicios, fieles, como les digo yo” expresó Báez Ortiz, quien junto a Vélez Vega adquirieron el espacio hace 23 años.

Relacionadas

“Algunos se pegan, pero se quedan calladitos; nosotros ni nos enteramos, pero respetamos eso”, añadió el hombre de 65 años.

A pesar de la proliferación de centros de juego en la municipalidad, la Farmacia Jenny sigue siendo el lugar predilecto de los jugadores asiduos o habituales.

“Aquí vienen cerca de 25 personas a diario solamente a jugar lotería; más todo aquel que lleva al recetario y se lleva un numerito por probar suerte. Lo más que juegan es Loto. Todos los empleados son bien atentos con el público; tanto en el recetario como en los otros servicios. Se le atiende, se le orienta con respeto”, dijo el tecnólogo médico de profesión.

“Todos estamos bien orientados con los cambios de jugadas, aunque son los mismos clientes los que ya vienen informados”, destacó el empresario que lidera a un grupo de 16 personas, mayormente familiares.

De hecho, Báez Ortiz dijo que quienes apuestan más a su suerte son los adultos mayores. “Es casual que veas a un joven comprando, a menos que no sea que el premio sea grande, entonces sí. Muchos son personas mayores tanto hombre como mujeres que ya traen sus números y otros que solicitan las automáticas”, expresó el propietario.

Sin embargo, el movimiento mayor, dijo el empresario, se da cuando se sortean exorbitantes cantidades de dinero, principalmente en el Powerball.

“Es casi una locura, la farmacia no se vacía”, sostuvo.

En tanto, Carmen Báez Ortiz, una de las empleadas de la farmacia que con su carisma y sonrisa atiende a los ciudadanos que llegan a retar la suerte, aseguró que han sido muchos los jugadores que han logrado premios en las máquinas. No obstante, dijo que los Juegos Instantáneos, que consisten en raspar para ganar, se mueven muy bien también.

Por su ubicación, en la Farmacia Jenny reciben visitas de turistas locales que, atraídos por la fama del icónico lugar, llegan a probar suerte en un pueblo distinto. “Una vez vino un turista de Fajardo que compró uno por probar suerte y se sacó $25,000. Hay otros que vienen y se sacan $50, $100, $200, con los cartoncitos”, destacó Báez Ortiz.