El escampavía James, la nave principal de la Guardia Costera, ya asumió el control de todas las operaciones de esta agencia federal en Puerto Rico ante la destrucción que causó el huracán María a la Base de La Puntilla en el Viejo San Juan.

La embarcación está anclada en la Bahía de San Juan y desde allí se están manejando los trabajos actuales de reapertura de los muelles de Ponce, Yabucoa y Mayagüez, además de las coordinaciones de rescate o de escolta de los suministros a los damnificados, las cuales realizan al menos dos veces al día.

Mark Fedor, oficial a cargo del escampavía, por el momento no se tiene una fecha precisa para la apertura de los puertos que faltan por abrir puesto que todavía están en el proceso de identificar y sacar los escombros que hayan llegado con el paso del ciclón a los canales de navegación.

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En San Juan, por ejemplo, cuando se hizo este tipo de inspección, se encontraron embarcaciones hundidas y las boyas fuera de sitio.

“Unas boyas por ejemplo terminó en unas rocas en la bahía… No podemos anticipar el momento en que se abrirán estos puertos. Todo dependerá de las cosas que encontremos en el agua”, dijo Fedor al ilustrar el tipo de daños que causó el ciclón.

Para arreglar la ubicación de las boyas, las cuales marcan las áreas por las que los barcos pueden navegar, se tuvo que traer una embarcación especial que tiene la capacidad de sacar del agua estos pesados marcadores marítimos y colocarlos en el lugar correcto. Esta operación puede ser lenta dependiendo del daño que haya causado la tormenta.

Ricardo Castrodad, oficial de Asuntos Públicos de la Guardia Costera en San Juan recordó que los trabajos reparando los canales de navegación en las bahías son necesarios para asegurar la seguridad de las embarcaciones.

“Si no se hace bien podríamos tener un accidente en la bahía y el efecto sería peor a corto o largo plazo porque tendríamos que también manejar una emergencia ambiental”, dijo Castrodad.

Fedor, por su parte, indicó que actualmente hay tres escampavías, dos embarcaciones que manejan las boyas y seis embarcaciones patrulleras para atender las operaciones que se llevan a cabo en Puerto Rico y las Islas Vírgenes estadounidenses.

Las operaciones de rescate marítimo hasta el momento han sido pocas. Las operaciones aéreas, sin embargo, han sido más intensas porque han escoltado, desde el aire, algunos de los contenedores enviados a las regiones para ayudar a los damnificados.

Del mismo modo, en algunas comunidades remotas han tenido misiones para llevar medicamentos o abastos puesto que la comunicación terrestre está limitada. De hecho, una de las últimas misiones, según Fedor, consistió en llevar medicamentos a una familia en la zona montañosa de la isla, de modo que unos pacientes de cáncer pudieran continuar sus tratamientos.

Daños en la base

Según Ricardo Castrodad, la base en La Puntilla tuvo muchos daños en sus áreas verdes y algunos de sus muelles. Sin embargo, el problema mayor es que una buena parte del techo del Centro de Control cedió ante los intensos vientos del huracán María. Hoy mismo, personal de la Guardia Costera continuaba reparando algunos de los daños que causó el ciclón.

Jeanne Fiorito, especialista de operaciones de explicó que en la pasada emergencia por el huracán Irma, se trabajó mucho moviendo refugiados desde las Islas Vírgenes y coordinando o apoyando la entrega de suministros como agua, comida y artículos de primera necesidad.