Una competencia justa es lo que exigen los escultores puertorriqueños al Gobierno, la Legislatura y los municipios a la hora de adquirir monumentos o esculturas. 

La petición la hacen ante la alegada preferencia que aluden se ha establecido a favor de la empresa Julissa Casting en procesos en que no se les da participación o se les prefiere pese a que los precios son mayores a los que cotizan los artistas del patio. 

“Que si fuera ruso, polaco, extraterrestre e hiciera un buen trabajo y fuera legal y una competencia justa, es una cosa. Pero el problema es que no es una competencia justa, porque no son artistas y no se nos considera a nosotros”, afirmó el escultor de San Sebastián, Omar Ortiz. 

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El arquitecto y escultor Claudio Solano Resto dijo que el problema principal que tienen es que “el proceso de hacer esas esculturas no es exclusivo”. 

Señaló que no le molestaría competir contra Julissa Casting y que “gane el mejor postor, pero hay participación, hay crecimiento cultural”. 

Los artistas también resienten que los organismos que se suponen les defiendan, como el Instituto de Cultura Puertorriqueño (ICP), no hayan detenido las prácticas que alegan se cometen en su contra. 

Falla Instituto de Cultura 

El ICP, a través de su portavoz de prensa Sheila Díaz Cruz, emitió unas declaraciones escritas en las que acepta que la agencia tiene un registro bonafide de los artistas plásticos que está incompleto, “pendiente de ser avalado por los organismos internos”, así como que no cumple con lo que les exige la ley. 

 “El Programa de Artes Plásticas cuenta con un registro de artistas plásticos multidisciplinario que está disponible para quien lo solicite; no obstante, este es uno escueto que no contempla toda la pluralidad de profesiones que exige la ley que se atiendan; pues eso requiere de unos fondos que no han sido otorgados en años a la agencia para cumplir a cabalidad con el desarrollo apropiado y sostenible de un proyecto con un alcance tan amplio”, dijo.

Se supone que ese registro sea utilizado por el gobierno, la Legislatura y los municipios para contactar a los artistas boricuas y reconocerles a la hora de realizar alguna contratación, según el representante Denis Márquez.

Funden obras en México 

Los artistas boricuas entrevistados aceptaron que el proceso de fundición en bronce se realiza en México, ya que en la Isla no existe esta industria. Principalmente, utilizan al Fundición Campana Sonora.

No obstante, el escultor cialeño Juan Núñez explicó que todos los moldes los realiza en Puerto Rico y luego los envía a México, a donde viaja para completar el proceso. 

El artista Felipe Jiménez, por su parte, destacó que cuando hace este proceso, no permite que otros artistas de la fundición pongan la mano en sus piezas. 

Julissa Casting también funde sus esculturas en México, en la Fundición Artística Neleco. 

Núñez indicó que los boricuas no utilizan esa fundición, ya que cuando llaman para solicitar precios, supuestamente, dicen que toda transacción se debe hacer a través de Julissa Casting. 

“Lo hacemos millonario y encima nos cierra las puertas”, se quejó el escultor cialeño.