Si es usted de las personas que se disfruta esa tradición de comer lechón asado a la vara en la época navideña, sepa que los criadores de la Isla tienen suficiente producción de animales de cara a los próximos meses.

De acuerdo con Ángel Rodríguez, presidente de la Cooperativa de Porcicultores de Puerto Rico, “en términos de producción estamos totalmente preparados para lo que se avecina, las fechas de Navidad. La Cooperativa este año tiene inventario más que suficiente para cubrir la demanda”.

Las ventas, sin embargo, no andan tan alegres como en otros años, cuando “comenzaban con mucho más entusiasmo las Navidades desde septiembre. Y este año vemos la cosa un poquito más lenta. Así que hay que ver cómo resulta lo que sería finales de octubre, noviembre y diciembre. Eso es lo que nos preocupa, que se han aguantado un poco las ventas”.

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“Pero nada, esperemos que mejore. Estamos seguros que va a mejorar, pero posiblemente no sea lo de años anteriores”, agregó.

Explicó que de cierta forma ya anticipaban que pudiera ocurrir algo así, pues, “si te das cuenta la economía en general se ha ido como aguantando. En años anteriores, del 2019 pa’ acá Puerto Rico lo que estaba era recibiendo una avalancha de dinero. Y este año pues no ha sido lo mismo. Este año ese dinero no ha entrado”.

“Por tal razón, pues sí esperábamos que hubiera una merma en consumo. Pero tenemos la esperanza de que todo va a volver a la normalidad y entonces vamos a tener una Navidad de mucho consumo de lechón asado”, sostuvo.

“La Cooperativa está más que preparada para servir. Tenemos el cerdo que el consumidor necesita. Lo que sí, es que exhortamos siempre a la ciudadanía que cuando visite una lechonera, busque que tenga el sello de lechonera certificada… que utiliza cerdo del País para sus consumidores”, exhortó.

Aclaró que, si el establecimiento no tiene el sello, “normalmente está utilizando cerdo importado. Y yo siempre hago la salvedad que no es el mismo cerdo”.

Explicó que hay una diferencia marcada en el animal que se cría en la Isla, para propósitos específicos de asarlo a la manera tradicional, y el que llega de otros lugares, como Estados Unidos y Brasil, que se cría con propósito de usar para cortes de carne.

Por cuestión de cultura, en Estados Unidos el cerdo que usan es bien magro. Es un cerdo para sacar chuletas, costillas, diferentes cortes. Y es un cerdo que, cuando se asa, no queda con la misma jugosidad, ni el mismo sabor que el cerdo del País”, detalló.

“El cerdo del País es un cerdo que se produce para asar. Y como se produce para asar, tiene grasa intramuscular, que no es lo mismo que grasa extramuscular, que es la que a nadie le gusta, la que está por fuera. La grasa intramuscular son vetitas de grasa que le dan jugosidad y es donde se adhieren los condimentos y el cerdo queda mucho mejor”, añadió el experto.

Rodríguez comentó que el consumo promedio de lechón del País está entre 220,000 libras a 232,000 libras al año. Para este año, estima que puedan estar alrededor de las 220,000 libras de consumo.

Indicó que, aunque el consumidor favorece el cerdo de aquí “por cuestión de sabor, por cuestión de calidad”, algunas lechoneras y cadenas de supermercado prefieren el cerdo importado, “pero es porque le deja más dinero que el cerdo del País”.

De hecho, apenas un 5% a 6% del cerdo que se consume aquí es del País, el resto, de 94% a 95% es importado.

“Con eso es que estamos batallando, para nosotros tratar de sacar adelante la Cooperativa. Lo que queremos es lograr que en los próximos 5 a 10 años, por lo menos ese porciento llegue a un 10%, y en los próximos tal vez 10 años estemos ya rondando 15% e ir aumentando paulatinamente”, indicó, agregando que en Puerto Rico “hay la capacidad productiva. Hay capacidad para producir hasta un 20% o un 25%, y podemos llegar hasta un 40% en producción, paulatinamente, claro”.

“La capacidad de producción está. Lo que necesitamos es que estas personas que son los compradores de supermercados, de lechoneras, prefieran el cerdo del país”, agregó.

Explicó que resulta “mucho más caro” producir el cerdo en Puerto Rico que traerlo de Estados Unidos, Brasil, México o Canadá.

“¿Por qué?, es la pregunta que todo el mundo me hace. Pues mira, cuesta más barato (traerlo) porque en esos países producen maíz, producen soya, que es con lo que se alimenta el cerdo. Y en Puerto Rico no producimos ni el maíz ni la soya, y hay que importarlo. Y la cadena de importación es larguísima. Llega primero a Molinos de Puerto Rico, o Panamerican Grain o cualquier otro molino, para de ahí entonces pasar a la granja del productor o a un intermediario para traerlo a la granja del productor, y todo eso encarece la cadena de producción”, detalló.

Insistió en que, comoquiera, el cerdo local es de mayor calidad, por tratarse, como explicó, de un animal para asar, mientras que el importado es un cerdo para corte, que además llega a Puerto Rico “con dos, tres meses de haberlo sacrificado, y yo he visto en algunos lugares de hasta seis meses”. En cambio, el cerdo del País, “se sacrifica un lunes, y ya un miércoles o jueves lo tienes ahí fresquecito. En 48 horas a 72 horas ya está expuesto al consumidor. Y nunca es congelado, llega fresco totalmente”.

En cuanto al precio de venta de la carne de cerdo, recordó que en 2022 “los precios subieron dramáticamente” por la inflación a nivel mundial, la subida de precios de combustible y la subida de precios de los granos, incluyendo el maíz y la soya, por la guerra entre Rusia y Ucrania, que son importantes productores de granos.

Sin embargo, este año “eso no se ha visto, y lo que ha sucedido es que han ido bajando paulatinamente los precios. Creo que este año, en términos de precio, vamos a estar mejor que el año pasado… va a estar bastante estable, o sea, que el consumidor va a comprar lechón asado en la lechonera a $10 o a $11 la libra. Debe estar por ahí la libra. No debe estar a más de $12 la libra, ahí ya sería extremo”.

Consideró que “vender el cerdo del país a $11 la libra, es un precio razonable”, pero condenó que se venda el cerdo americano a ese mismo precio, “sin pasarle la economía (al cliente), sino simplemente aprovecharse y tener un mayor margen, que es lo que daña el mercado”, pues el cerdo importado debería venderse al menos unos $2 por libra más barato.

“Pero que estén tranquilos, vamos a tener suficiente cerdo para la época de Navidad, y que busquen aquellas lechoneras con el sello de lechonera certificada, que le garantiza que es un cerdo 100% del País, un cerdo fresco, de buena calidad, que se produce con las características de un cerdo para asar. Y a disfrutar de la Navidad, con nuestro lechón asado que es nuestra única comida declarada como patrimonio gastronómico”, insistió.

No se puede llevar a Estados Unidos

Por otro lado, debe recordar que ese lechón asado, o cualquiera de los productos o platos que se hacen con su carne o sus partes, como la morcilla o el pastel, por más que desee compartirlo con familiares o amigos fuera de la Isla, no puede enviarse por correo ni llevarse en equipaje a los Estados Unidos, por razones de seguridad.

Según indican en sus portales, tanto el Departamento de Agricultura federal (USDA, en inglés) como el Servicio de Inspección Sanitaria de Plantas y Animales (APHIS, en inglés), esa prohibición es una medida de precaución que busca evitar que pueda llegar a los Estados Unidos la peste porcina africana, una enfermedad viral altamente contagiosa que es letal para los cerdos y para la cual no hay tratamiento ni vacuna disponible.

Esta enfermedad no se ha detectado en Puerto Rico, pero sí se ha descubierto en otras islas caribeñas vecinas, y la prohibición se hace por “abundancia de precaución”, pues un brote de la enfermedad en Estados Unidos podría tener efectos devastadores y pérdidas por miles de millones de dólares.

A menos que ocurra un cambio de último momento, esa prohibición está vigente, y si usted intenta enviar o transportar carne de cerdo o cualquier producto que contenga carne o derivados de cerdo, se expone a que se lo confisquen sin compensación, y a multas de $100 a $1,000 por violar esa prohibición, de acuerdo con los portales de USDA y APHIS.

La única excepción a esta prohibición es carne de cerdo o productos porcinos que estén “bien cocidos, empaquetados comercialmente, etiquetados” y que puedan mantenerse “estables sin refrigeración”.

Así que, al menos por el momento, el lechón asado y los otros productos de cerdo que tradicionalmente se comen en la Navidad, se tienen que disfrutar en la Isla.