A pesar de que padece una larga lista de condiciones, que a su vez le provocan una gran cantidad de limitaciones, a Lizette Torres González le sobra determinación para enfrentar y superar adversidades día tras día.

Sin embargo, incluso alguien tan perseverante como ella necesitó de una mano amiga, en su caso para poder reemplazar la cama de posiciones que requiere para lidiar lo mejor posible con sus condiciones.

Su cama actual, la que posee hace más de una década, ya empieza a darle problemas.

Aunque derrocha una simpatía y cordialidad contagiosa, la realidad es que Lizette –de 36 años– padece de perlesía cerebral, escoliosis, espasticidad, problemas de visión, problemas de la cadera, incluyendo una discrepancia que la obliga a utilizar un zapato ortopédico. Para sus movimientos se tiene que auxiliar de una silla de ruedas, aunque puede también moverse un poco asistida por un andador.

“Yo estoy solicitando ayuda para una cama de posiciones, porque la cama se me está rompiendo”, explicó Lizette, aclarando que uno de sus doctores y una amistad le asistieron en dar a conocer su situación, “para ver cómo me podían ayudar, en lo que fuera”.

Hablando con un poco de dificultad, por la condición de perlesía, explicó que a la cama “se le está rompiendo la plataforma, porque hace 13 años que la tengo y, obviamente, por los movimientos míos involuntarios, los problemas visuales, que algunas veces choco con algunas cosas, no porque quiera, sino por los problemas visuales. Y llega el momento en que las cosas se dañan”.

“Necesito ayuda económica para comprar una cama, ya que no tengo los recursos económicos”, afirmó Lizette, quien recibió a Primera Hora y a la producción del programa “Día a día” (Telemundo) en su modesto y pequeño apartamento, donde vive por sí sola, en el condominio Los Ángeles Housing, en Río Piedras.

Su caso trascendió ayer en el segmento ‘Revive la Esperanza’, que se transmitirá todos los miércoles y este diario reseñará los jueves.

Además de las condiciones de salud, la vida le ha puesto otros obstáculos significativos a Lizette. Según relató, de lo poco que sabe de sus padres es que fallecieron cuando ella tenía apenas dos años y medio de edad. Sus abuelos paternos la criaron, hasta los 23 años, cuando ella se mudó al apartamento para vivir de manera independiente.

El caso de Lizette, y su necesidad de reemplazar su cama, fue dado a conocer en Día a día (Telemundo) en alianza con Primera Hora.
El caso de Lizette, y su necesidad de reemplazar su cama, fue dado a conocer en Día a día (Telemundo) en alianza con Primera Hora. (Carlos Giusti/Staff)

“Por mis condiciones, el plan médico no me puede ofrecer el tipo de cama que necesito. Por la escoliosis no puedo utilizar la cama que ofrecen los planes, porque tiene unos ‘sprines’ (muelles) debajo de donde va el ‘mattress’ (colchón) y eso afecta mi columna vertebral. Por eso es que necesito una cama ‘Comfort Pedic’ “, agregó poco antes que su teléfono celular interrumpiera la entrevista, con una de las alertas que usa para auxiliarse, pues “como no veo muy bien, mi celular me habla todo”.

Continuó explicando que el pedido de la cama “no es un asunto de lujo. Es una necesidad, por mis condiciones de salud”.

Indicó que recibió una cotización por $4,800 y que ha recibido ayuda monetaria a través de su cuenta de ATH Móvil, al (787)-470-2453.

Aunque insiste en que su prioridad es la cama de posiciones especializada, ella también necesitaba cambiar las gomas de su silla de ruedas manual, la que utiliza cuando tiene que moverse a lugares a los que no puede trasladar su silla eléctrica.

“Si alguien se me acerca con otras ayudas, pues bienvenido. Pero mi propósito es la cama de posiciones”, insistió.

Lo que no imaginó Lizette es que sus peticiones de artículos vitales serían resueltas ayer mismo, cuando la producción la sorprendió con varias noticias. La cama que tanto necesita fue provista por la empresa Comfort Pedic. Pero no fue todo, sino que también recibió equipo de Tu Planta PR y la empresa Ability Shop ayudaría en la reparación de su silla de ruedas.

Sueña con trabajar

Lizette aclara que ella “podría trabajar” y, de hecho, es algo que le gustaría hacer, porque “mentalmente estoy capacitada. Si no, no estuviera viviendo independiente. Digo, necesito ayuda de una ama de llaves, y necesito que alguien me traslade a los sitios porque no puedo guiar, pero prácticamente lo hago todo sola, cita médica, compras, lo que tenga que hacer. Muchas personas me decían que no podía vivir sola, por mis condiciones. Y yo me fui contra viento y marea, como quien dice, y estoy aquí”.

Sin embargo, explicó que el sistema le impone unas limitaciones que hacen eso prácticamente imposible. Por ejemplo, aunque recibe una ayuda de ama de llaves que le asiste con las labores del hogar y la cocina, le exigen que esté presente en el apartamento cuando la ama de llaves esté allí.

“Por Medicare puedo trabajar, creo que cinco horas. ¿Pero quién va a llegar antes de la 1:00 de la tarde aquí? Porque yo dependo de transportación pública para poderme mover, porque no puedo guiar. Dependo de un transporte público y no tengo la seguridad de que voy a llegar a tal hora”.

“Me encantaría trabajar en algo que tenga que ver con personas con impedimentos. Me encantaría trabajar en SER de Puerto Rico, porque estudié allí y sé el movimiento, y ya me conocen”, agregó, con tono de ilusión.

Sostuvo que, aunque podría hacer algún trabajo virtual desde su apartamento, preferiría salir, “porque eso me sirve de terapia”, y podría alternar el uso de la silla y el andador, pues “parte de mi condición se trata haciendo ejercicio, caminando”.