La mayoría de las religiones permiten que los feligreses cremen a sus seres queridos luego de fallecidos, aunque algunas han fijado reglas sobre el procedimiento que se tiene que seguir para disponer de las cenizas.

Solo un líder de la religión ortodoxa en la Isla expresó reparos sobre la cremación, aludiendo a explicaciones bíblicas para sostener sus argumentos en contra de este método para disponer de los cadáveres.

En la iglesia católica, por ejemplo, el Vaticano aceptó la cremación desde el 1983 en su Código de Derecho Canónico, expuso el monseñor Leonardo Rodríguez Jiménez, párroco de la iglesia María Madre de la Misericordia de Guaynabo y secretario de la Comisión de Litúrgica.

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“Se permitió con tal que el que acceda a la cremación, pues, no lo haga como una forma de rechazar la resurrección o el desprecio del cuerpo, o que no hay nada después de la muerte, niegue la inmortalidad del alma. Si no lo hace por algo que niega la fe, pues, no hay problema en que la persona decida a que lo cremen”, detalló.

No obstante, dijo que se estipuló en el documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe del 2016 cómo debe ser la disposición de las cenizas. Detalló que se prohíbe la repartición de las mismas entre familiares, hacer objetos de suvenir o lanzarlas en algún lugar. “Debe estar en un sitio respetado”, expuso el religioso.

Específicamente, la iglesia católica establece que esa urna con las cenizas debe ser puesta en un cementerio o en un columbario, que es una estructura donde se establecen nichos para depositar las cenizas.

Argumentó que “creemos que el cuerpo es parte de la persona. El cuerpo y el alma son parte de las personas. No se puede decir me morí y el cuerpo no vale nada y lo voy a echar por ahí. Se le debe respeto. También creemos en la resurrección. Es tener esos restos de personas en un lugar donde se espera la resurrección final. Creemos que la persona total es consagrada, el cuerpo y alma, y es un respeto que se le debe al ser humano”.

Aceptó que en algunas parroquias han establecido columbarios. Allí, según dijo, se le puede rezar y se le rinde respeto al fenecido.

Los evangélicos también tienen normas sobre la disposición de cenizas que se asemejan a la de los católicos.

El superintendente de las Asambleas de Dios, Iván de la Torre, expuso que “la realidad es que nosotros no tenemos ningún tipo de oposición a que nuestros creyentes deseen cremar a sus familiares que han fallecido. La realidad es que la situación que está viviendo el mundo hoy en día, se considera más práctico hacerlo, especialmente en el aspecto económico”.

Destacó, sin embargo, que las personas no deben quedarse con las cenizas. Estas deben ser enterradas o depositadas en el columbario.

“Pensamos que es mejor llevarlo al Campo Santo. Ese desprendimiento es importante. Dejar ir al ser querido. Tenerlo ahí puede causar situaciones emocionales y no haber ese despegue que debe haber. Es mejor dejarlos ir”, afirmó De la Torre.

El religioso dijo que lo recomendable es darle “cristiana sepultura”.

“Debemos enterrarlo. Fue lo que hicieron con el Señor Jesucristo” indicó, al establecer que muchos métodos que las personas utilizan para disponer de las cenizas son ilegales.

Mientras, el secretario ejecutivo del Concilio de Iglesias, el reverendo Héctor Soto, indicó que “nuestras iglesias son protestantes o evangélicas históricas y dejamos esas decisiones a conciencia de cada persona. Por su puesto, le asistimos en los cultos donde hay cremación y ayudamos a que entiendan ese proceso de manera que se sientan controlados y fortalecidos en medio de la pérdida”.

Resumió que “entendemos que el cuerpo es un vehículo para expresar una manifestación particular de vida, pero la vida es algo más que la materia, que el cuerpo y que las relaciones sociopolíticas. El nivel de espiritualidad es importantísimo, indistintamente. Para nosotros es polvo a polvo, ceniza a ceniza y el espíritu vuelve a Dios”.

De igual manera, los protestantes y los Testigos de Jehová no establecen reglas específicas para disponer de las cenizas, una vez se haya cremado al fenecido.

El reverendo Nepthalí Marrero, de la Iglesia de Dios Mission Board Altísima Adoración en Cupey y director de la Fraternidad Pentecostal, comentó que “no hay problema con la cremación. En este tiempo que es costoso, es una vía económica para personas con bajo recursos”.

Argumentó que la compra de un nicho para poner las cenizas “hoy día sale caro”, por lo que no establece algún requisito para ello.

“Lo importante es que el alma vaya a la presencia del Señor”, precisó. “El cuerpo es mortal. Ese es mi punto de vista como pentecostal. La Biblia no habla nada sobre dónde hay que depositar a la persona fallecida, lo que hay es uso y costumbre del tiempo bíblico”.

Por su parte, David Cruz, portavoz auxiliar de los Testigos de Jehová, comentó que “nosotros sabemos que eso es un tema muy sensible. Cuando muere un ser querido, trastoca la vida del que le sobrevive. Cuando hay que decidir qué hacer, tomamos en cuenta cuáles son los principios cristianos. Ya sea cremación o si se va a enterar o cómo disponer de ceniza, respetamos el derecho de cada individuo de tomar una decisión personal basado en los principios bíblicos”.

Para sostener su punto de vista, Cruz remitió a un artículo en la página oficial de su religión. El mismo expone que “la Biblia dice que, al morir, la persona vuelve al polvo, y eso es lo que le pasa a un cadáver cuando se descompone. La cremación, que reduce el cuerpo a cenizas (o polvo), simplemente acelera este proceso”.

El único religioso entrevistado que se mostró en contra de la cremación fue el padre Gregorio Justiniano, de la iglesia Misión Ortodoxa San Juan Clímaco en San Germán.

Según explicó, “nosotros prohibimos o es prohibido en la iglesia ortodoxa cremar los cuerpos. ¿Por qué es prohibido? Es prohibido, porque cuando el señor Jesucristo se encarnó, tomó cuerpo siendo Dios. Así que el cuerpo y alma están fundidos. No consideramos que el cuerpo es un estuche que se echa algo y después puede botar el estuche. Algo así como botar una botella de agua tras beberse el agua. En la iglesia ortodoxa, el cristiano es llamado a ser santo”.

Afirmó que la creencia es que el cadáver debe ser enterrado en un Campo Santo.

Tras la pandemia del COVID-19 se ha reflejado un alza en este proceso de disposición de cadáveres.