El Departamento de Salud informó esta mañana que las cuatro personas fallecidas por COVID-19 y que fueron reportadas en el informe que ofrece la agencia diariamente, no estaban vacunadas.

A través de las redes sociales, Salud confirmó que cuatro que murieron,los que tenían entre las edades de 43 a 55, presentaban enfermedades preexistentes.

El informe de Salud establece que las más recientes víctimas del coronavirus, tres hombres y una mujer, tenían entre 43 y 90 años.

La agencia destacó también que unas 443 personas se encuentran hospitalizadas por el novel virus.

Hace unos días, el presidente de la Sociedad de Enfermedades Infecciosas, Lemuel Martínez Bonilla, explicó a Primera Hora que pacientes con enfermedades cardiovasculares, asma, obesidad, esclerosis múltiple, diabetes, entre otras condiciones de salud, tienden a sufrir un COVID-19 más severo que el resto de la población saludable.

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Durante los recientes días parte de la conversación acera de la pandemia ha girado en torno a las personas con condiciones preexistentes que, incluso aún vacunadas contra el coronavirus, han fallecido en Puerto Rico.

Según indicó Martínez Bonilla, no hay una explicación exacta sobre cómo o por qué el COVID-19 ataca más fuerte a los pacientes con condiciones preexistentes.

“No hay todas las contestaciones que uno quisiera. Yo no te puedo decir este es el mecanismo por el cual a los diabéticos les va peor que a los hipertensos. Hay unas tendencias a que el virus ataca más severamente a unos grupos de personas. Mientras el virus se sigue expandiendo a través del mundo, esas tendencias se han mantenido”, dijo.

“Sabemos hoy día que a personas que tienen ciertas condiciones el COVID les da más severo, y hay unas condiciones que independientemente la edad les ataca más fuerte”, afirmó.

Las condiciones preexistentes, además, dificultan la respuesta óptima de una vacuna, señaló el infectólogo.

“Toda persona que tiene su sistema inmunológico comprometido, cuando se le presentan los antígenos con cualquier tipo de vacuna, la tendencia es que no hacen la respuesta que tendría una persona que tuviera su sistema inmunológico normal”, expuso.

Martínez Bonilla no descartó que estos pacientes necesiten un refuerzo de la vacuna cada cierto tiempo.

Además de las medidas de salud ya cotidianas en esta pandemia, como el lavado de manos y el distanciamiento social, el infectólogo urgió a que estos pacientes no utilicen mascarillas de tela.