Si no fuera por el “amor incondicional” y “la paz de Cristo”, Nicole A. Quintana Pérez no sabría cómo pasar esta prueba de fuego llamada coronavirus.

La maternidad es desafiante, y cuando se suma la pandemia de una enfermedad para la que no existe vacuna, el reto es más “fuerte”, afirmó la joven madre de 28 años.

Nicole tiene dos pequeños, Axel de siete años y Kaleb de cuatro. Su primogénito cursa el primer grado y, según contó, le "enviaron trabajo como si esto fuera un Año Nuevo” tras el cierre de las escuelas.

“En el proceso de ‘homeschooling’ que tuvimos que pasar, realmente te puedo decir que con el amor incondicional he podido desarrollar la paciencia”, dijo. “Ha sido fuerte el transcurso”, aseguró a Primera Hora vía Zoom.

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Para Axel “tener que levantarse y empezar a que ‘ay tengo que estudiar, tengo que hacer asignaciones’ en su área de confort que es la casa, ha sido bien fuerte. Pero ahí viene lo que es el amor incondicional, con paz, con amor, con Dios, para que él pueda seguir”, relató desde su casa en Toa Alta.

Precisamente, ese amor es fruto de la semilla que sembró su mamá adoptiva, Sonia Quintana Pérez, quien falleció de cáncer hace cinco años.

“Soy adoptada, mi mamá me adoptó desde que estaba en el vientre, soy de Honduras, y el amor incondicional que ella tuvo conmigo es tan inexplicable, que ese amor me ha ayudado con mis hijos”, reveló.

Veamos que es un reto logrado para ambos, tanto para mamá y como para ellos.

-Nicole A. Quintana Pérez, mamá de Axel y Kaleb.

Junto con su esposo Efraín J. Rodríguez Alicea, Nicole procura cada día que a su familia no le “pase nada grave” en medio de la pandemia. Los niños se mantienen dentro del hogar, mientras que mamá y papá se alternan para hacer compras. Desinfectan los artículos antes de entrar a la casa, al igual que papá cuando llega de trabajar de un restaurante en Isla Verde.

“Cada vez que pongo las noticias me preguntan qué es el coronavirus. En ese proceso, una vez salimos y ellos vieron a toda la gente con las mascarillas, y entonces en ese momento yo les dije: ‘por eso hay que protegernos, por la boca, si alguien te escupe, por los ojos, uno tiene que cuidarse y protegerse’. Ahí ellos pudieron entender un poquito más”, relató la ama de casa.

“No es fácil, sé que ha sido un trabajo duro, pero veamos más allá de lo que estamos pasando”, destacó Nicole. “Estar estudiando con mamá no ha sido fácil. Tener a mamá 24/7 no ha sido fácil. Veamos que es un reto logrado para ambos, tanto para mamá y como para ellos".