Seguridad alimentaria: “El hambre en Puerto Rico es real”
El problema impacta con más fuerzas a grupos vulnerables como madres solteras y adultos mayores.

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Hay una necesidad alimentaria en las comunidades de la Isla cada vez más creciente, y que además afecta en mayor grado a poblaciones más vulnerables como los adultos mayores, las madres solteras y los menores de edad.
Estos fueron algunos resultados revelados en un estudio que llevó a cabo la organización sin fines de lucro de base comunitaria Taller Salud.
El análisis recoge los hallazgos de encuestas y sesiones de escucha que hicieron en los tres municipios donde la organización tiene sedes actualmente, Loíza, Salinas y San Germán, compartió María Villegas Pizarro, organizadora comunitaria de Taller Salud y miembro de su Comité de Seguridad Alimentaria.
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Villegas Pizarro comentó que decidieron hacer el estudio porque notaron que “cada vez iba incrementando el número de personas que iban a buscar alimento a nuestros comedores comunitarios en Loíza”.
“Nos dimos cuenta de que había mucha necesidad. Así que decidimos hacer unas encuestas comunitarias en los comedores. Básicamente, eran sobre perfil demográfico, de salud, y sobre todo ver cómo se alimentaban las personas en las comunidades”, explicó.
“Encontramos que, mayormente, nuestras personas adultas mayores, menores de edad y madres solteras eran quienes estaban asistiendo a nuestros comedores a buscar los alimentos”, abundó la organizadora.
“Y dijimos: ‘es algo que no se puede quedar así, tenemos que ir un poco más allá’. Decidimos entonces hacer unas sesiones de escucha, para recopilar lo más importante. Hicimos dos sesiones de escucha en Loíza, una con gente de la comunidad y otra con los mismos participantes del Comité de Salud Alimentaria, los voluntarios. Y esas sesiones arrojaron lo que veníamos viendo ya en las encuestas”, agregó.
Se repite el patrón
Taller Salud y su Comité de Seguridad Alimentaria se conformó a raíz de los huracanes Irma y María (2017). Pero fue luego del huracán Fiona (2022), que la organización decidió llevar ayuda a otras partes de Puerto Rico, y en esa gestión determinaron establecer sedes y comedores comunitarios en Salinas y San Germán.
“Y decidimos también hacer unas sesiones de escucha en Salinas y San Germán, para ver cómo se veía el hambre afectando sus comunidades, y nos arrojaron más menos los mismos datos que pudimos escuchar en las sesiones de Loíza”, indicó.
De esta manera nació el análisis, el que harían llegar “a las personas que toman decisiones, en este caso senadores, representantes y la gobernadora, para que cambien las políticas públicas, porque sí hay hambre en Puerto Rico”.
Afirmó que el estudio representa “una muestra de la necesidad de alimentación que tenemos en nuestras comunidades”, que además es algo que “lo hemos visto creciendo por años a través de las respuestas de emergencias que hemos podido comprobar”.
Faltos de comida
En las respuestas a las preguntas se pudo corroborar que numerosos participantes respondía que tenían una sola comida al día. Otros indicaban tener dos, pero provenientes del comedor.
“Y el día del comedor, pues es cuando estamos en emergencia, que no solamente tiene que ser un mal tiempo como un huracán o una tormenta, sino que, por lo menos en el caso de nosotros, también catalogamos como una emergencia que se pueda ir la luz, que se va la luz, o si nos quedamos sin agua, diferentes emergencias que entendemos que hay que abrir el comedor para que las personas puedan tener alimentos”, sostuvo.
Villegas Pizarro explicó que, para establecer que una persona tiene seguridad alimentaria, debe contar con desayuno, almuerzo, cena y tres meriendas; es decir, seis comidas al día. “Pero, realmente, hay muchas personas que tienen solamente dos, y están cayendo en lo que es inseguridad alimentaria, que va escalando, porque primero es moderada, luego severa y luego es grave. Y eso te lleva a lo que es el hambre”.
“Entonces las personas dejaban de hacer sus comidas, y esto quizás no estaba en la encuesta, pero cuando tú te sentabas con las personas, porque nuestro comedor sí servía los alimentos, pero también servíamos amor y oído de escucha, hablaban que dejaban de hacerlo (comer) porque tenían que pagar la luz, o tenían que pagar el agua, o tenían que comprar medicamentos”, abundó.
Encarecimiento insostenible
Tomando en consideración que muchas de esas personas son beneficiarias del PAN (Programa de Asistencia Nutricional), el Comité de Seguridad Alimentaria hizo el ejercicio de cálculo presupuestario para un mes. “Y lo que te da es $2.60, para que tú puedas comprar desayuno, merienda, almuerzo, merienda, cena y merienda, por persona (al día). Y eso no da. Con $2.60, ¿qué tú puedes comprar? Realmente no te da”.
“Y cuando tú hablabas, en este caso con las madres solteras, muchas decían ‘pero es que no me da’. Entonces yo tengo que a veces verme forzada a cambiar para entonces pagar luz, pagar agua, y con lo que me queda pues trato. O si lo voy a comprar todo, no puedo comprar comida de buena calidad, porque (solo) me daría para una semana, no me da para el mes. Entonces, yo comprando comida no de tan buena calidad solamente me rinde para dos semanas, y quizás menos, porque me tengo que alimentar yo y un hijo, o dos, dependiendo de cada persona. O sea, aun comprando alimentos de menos calidad, no les da, no alcanza para el mes”, abundó.
En las sesiones también salió a relucir que cuando van a comprar al mercado familiar, donde venden frutas y vegetales los agricultores locales, “los productos están bien caros”, y tampoco les alcanza para conseguir lo necesario para una alimentación adecuada. Y a eso se suma que “tengo que pasarle (dinero) a una persona porque yo no tengo transportación, para que me lleve. Así que también se me va el gasto y tengo que reducir los alimentos”.
Por otro lado, en la parte relacionada a salud, se les preguntó a los participantes cómo la catalogaba, a lo que la mayoría indicó: “mi salud es buena, mi salud es excelente, estoy bien, no tengo nada”. Pero en otras indagaciones revelaban tener alta presión, entre otras condiciones.

“Entonces estamos tratando de vincular, lo que llegamos a pensar que sería que ellos piensan que como tienen sus medicamentos, que quizás lo tienen controlado y estoy bien. Pero realmente no están bien, porque hay alta presión, diabetes, artritis, asma, que se pudo corroborar a través de la encuesta”, manifestó la organizadora.
Si bien las encuestas y sesiones de escucha son “una muestra representativa”, Villegas Pizarro sostuvo que, “cuando tú indagas más a fondo, encuentras que hay más personas, que quizás no te diste cuenta, que no están en la sesión de escucha, pero hay unas personas que te dicen: ‘si supieras que me pasa eso mismo, yo estoy con inseguridad alimentaria’, o ‘mi vecino le pasa lo mismo, que es encamado, tiene el dinero de lo que coge del Seguro Social, pero no tiene quien le vaya a hacer la compra’. Así que sí, el hambre en Puerto Rico es real, y afecta a miles de familias”.
Consideró, además, que las situaciones que encontraron en Loíza, Salinas y San Germán probablemente se repiten a través del resto de los municipios, si bien quizás no a la misma escala.
¿Qué hacer?
Taller Salud aseguró que no solamente se enfocan en identificar las situaciones que nos afectan, “sino que también llevamos propuestas completas” para atenderlas, desde la organización y las sesiones de escucha de la comunidad.
“De las recomendaciones, acciones que pedimos de parte del gobierno, sería reforzar políticas públicas que garanticen el acceso justo y sostenido a alimentos, como que ajustando las ayudas como el PAN a la inflación y fortaleciendo la producción agrícola local”, indicó Villegas Pizarro.
También recomiendan que se haga la encuesta de seguridad alimentaria, para tener datos actualizados y saber la magnitud lo más exacta posible del problema de hambre, “porque hace más de 15 años que no se realiza esa encuesta en Puerto Rico”.
Además, sugieren dar seguimiento al censo de agricultura, para presentar esos datos a nivel municipal y que los municipios sepan qué terrenos están disponibles.
Proponen fortalecer las organizaciones comunitarias y sus servicios, como los comedores y huertos comunitarios, así como la producción local de alimentos.
A nivel comunitario también sugieren hacer un censo en las comunidades, para “saber quién está en la comunidad, quién necesita, quién puede ser nuestro apoyo”.
Referente a la inflación de los precios de alimentos, aconsejan implementar algún mecanismo para que, al menos en el caso de la canasta básica, se puedan congelar los precios.
“También tenemos muchos comedores escolares, restaurantes, supermercados, que los alimentos están a punto de vencer, que esos alimentos puedan ser traspasados a comedores comunitarios, porque se pierde mucho alimento, los botan… que esos alimentos antes de sacarlos al desperdicio, a botar, que puedan dárselos a comedores comunitarios”, agregó.
Asimismo, sugieren desarrollar un plan de emergencia alimentaria que asegure la distribución equitativa de alimentos durante los desastres naturales, para que no se repitan las malas experiencias vividas en desastres pasados, particularmente en áreas de la montaña.
“Esas son recomendaciones que puede hacer el gobierno y que podemos hacer nosotros en nuestras comunidades. Yo te garantizo que si el gobierno hace un buen plan referente a qué comunidad quiere, quizás, tener un comedor comunitario, hablando de estas escuelas que están cerradas, en la comunidad siempre va a haber gente que dirá: ‘prepáralo que nosotros estamos listos para hacerlo’. Es hacer que las cosas que tenemos funcionen”, afirmó la organizadora.
“Este trabajo se debe hacer con mucho amor y compromiso, rompiendo mitos y tabúes, porque hablar del hambre no es fácil. A veces las personas no lo quieren reconocer por vergüenza, porque antes no necesitaba ayuda. Pero vamos a seguir haciendo este trabajo, queremos llevar estas encuestas a otros pueblos y seguir escuchando a más líderes comunitarios y las comunidades, para visibilizar, y que el gobierno entienda que sí existe el hambre en Puerto Rico”, insistió.
El informe completo está disponible al público en el portal de Taller Salud, https://qrco.de/bgCkiX.