El bloque 17 del residencial Lirios del Sur en Ponce lucía hoy desolado. Parecía como si nadie habitara en aquel espacio de donde solo resaltaba una piscina de plástico vacía que estaba sobre el balcón de uno de los apartamentos del segundo nivel.

Allí vivió por varios años Ithamary Rivera Martínez, una joven madre de 23 años que anoche pidió a una amiga que la llevara al residencial La Ceiba para buscar su teléfono celular que estaba en manos de su pareja de quien presuntamente estaba separada.

Sin embargo, entre ambos se desató una discusión ya que el hombre identificado como Rafael Ortiz Bermúdez se negó a entregarle la unidad móvil y, en medio del altercado, le disparó, hiriéndola de muerte.

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La mujer tenía dos hijas de cinco y tres años.

Su inesperado fallecimiento sorprendió a muchos amigos y conocidos que, al divulgase la noticia compartieron mensajes a través de las redes sociales que denotaban su profunda tristeza e incredulidad por lo que estaba aconteciendo.

Una de sus amigas que fue vecina en el caserío aseguró que las recriminaciones por parte de Ortiz Bermúdez hacia Ithamary eran constantes; provocadas mayormente por los celos del hombre de 25 años.

Asimismo, aseveró que la pareja no estaba separada.

“Ella estaba con él. Lo que pasa es cuando uno tiene una situación con un hombre, uno dice la expareja de uno porque a veces pues, las personas ofenden, a veces hieren y entonces, uno toma decisiones así… drásticas, de momento. No quieres estar con esa persona y pues, cuando preguntan uno dice ‘mi expareja’, pero era su pareja”, reveló Sonia Lugo Álvarez, quien conoció a la occisa cuando se mudó al residencial.

“Tenían muchos encontronazos en cuestión de parte de él; era bien celoso… la celaba de cualquier cosa. Si ella hacía algo bueno, para él era todo malo; o sea, ella tenía muchos problemas con él, de parte de él, no de parte de ella. A él yo nunca lo conocí, solo lo veía cuando llegaba al caserío con ella y nunca tuve de ser más allá como hablar con esa persona”, confesó.

La fémina que llevaba varios años de amistad con Ithamar señaló que últimamente su amiga posteaba pensamientos que revelaban mucho pesar; situación que presuntamente era provocada por los problemas que tenía con su compañero consensual.

“Ella siempre escribía cosas tristes por Facebook; que si se sentía triste, que si la vida, porque se sentía penosa y a mi entender ella lo quiso, ella lo amó. Y al él hacerle cosas que no tenía que hacerle, a lo mejor con palabras, no sé si le daba… desconozco esa parte. Pero la violencia doméstica no es necesario nada más pegar, si ofender también es violencia doméstica”, manifestó al señalar que la víctima era natural de Juana Díaz.

Contó que Ithamar estuvo viviendo por poco tiempo en Estados Unidos a donde encontró trabajo y le decía que estaba muy bien.

Pero regresó a la Isla.

“A mí me duele mucho porque ella todo el tiempo me decía ‘te quiero’ y pues, eso duele de verdad. Hace un tiempo atrás, ella trabajó en un negocio como ‘bartender’. Ella siempre ha luchado por sus hijas para salir hacia adelante. Ella estuvo en Estados Unidos y viró… no conozco el motivo del por qué viró (a Puerto Rico). Lo supe porque ella me había dicho que estaba por allá (Estados Unidos) trabajando en Home Depot y que estaba bien”, recordó.

“Ella siempre me texteaba por Facebook, me decía ‘te quiero mucho’, me aconsejaba de cosas, así como de los hombres cuando me veía deprimida y eso, y ella siempre ha estado ahí para mí. Es una buena madre… ella siempre estaba para arriba y para abajo con sus hijas, era bien servicial. Si tenía que ayudar a una persona la ayudaba, o sea, no era una persona de problemas. Era una mujer espléndida, de verdad. No tengo nada negativo de ella”, agregó.

A horas de enterarse de la trágica muerte, Sonia lamenta que su historia terminara de esa manera.

“La última vez que hablé con ella fue hace dos semanas, antes de yo irme (a Estados Unidos) y la vi penosa, como que tenía problemas. No me atreví preguntarle pa’ que no se sintiera más mal. Era una persona muy humilde, pero había pasado por unos momentos muy triste”, sostuvo.

“(La voy a recordar) como una buena amiga. Nunca la voy a olvidar porque era demasia’o, era una persona muy buena y si tenía que dar su vida por ti, ella lo haría. Era una persona humilde, carismática, buena. Era un ángel”, acotó.

Por su parte, una de las vecinas que prefirió no identificarse, recordó que, aunque no cruzó más palabras que un ‘buenos días’ con Ithamar, siempre la escuchaba contenta.

“No la conocía… sabía que tenía dos nenas porque las veía. Me sorprendió la noticia. La recuerdo alegre… siempre ponía música, ponía la piscinita para las nenas. Solo habíamos cruzado un ‘buenos días’, ‘hola’ nada más.”, dijo mirando al balcón a donde residió la infortunada.

“Dicen que ella llevaba unos años aquí y según dicen, la apariencia física de ella era más llenita, pero las últimas veces que la llegué a ver, estaba flaquita. Cuando vi la foto en las noticias pues se veía como era antes”, agregó la fémina al recordar la última vez que vio a su vecina hace dos semanas, justo en la escalera del edificio donde se saludaban.

De otra parte, el capitán Daniel Justiniano Mercado, director del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Ponce, manifestó que “esta escena empieza en el residencial La Ceiba de Ponce en donde la pareja consensual de la occisa le hace un disparo por el cristal a la joven Ithamary, hiriéndola de muerte”.

“En ese momento, la amiga que está guiando el vehículo sale del residencial confundida porque ella tampoco es de aquí (Ponce), es de Salinas. Entonces llama al 9-1-1 para reportar lo sucedido y perdida pues llega hasta el motel. Ahí, el del 9-1-1 le dice que se detenga para que la policía llegue porque si sigue corriendo, jamás la policía la iba a encontrar. Entonces, ella ve el motel y entra al motel”, expuso.

“Ese individuo fue arrestado en horas de la mañana y se ocupó un arma de fuego que se presume que es del asesinato. En las próximas horas se espera que estén radicando cargos”, concluyó.