En un trágico accidente ocurrido en un gimnasio del barrio Jardim Atlântico, en Olinda, Brasil,un hombre de 55 años murió luego de que una barra de pesas cayera sobre su pechomientras realizaba un press de banca.

La víctima, identificada como Ronald José Salvador Montenegro,entrenaba en el gimnasio RW Academia cuando el barrote, tras soltarse de sus manos, impactó su tórax.

Las cámaras de seguridad del lugar captaron el momento exacto del accidente: en las imágenes se ve a Montenegro incorporándose tras el impacto, avanzando unos pasos hacia la recepción, pero desvaneciéndose pocos segundos despuésmientras otros asistentes del gimnasio intentaban socorrerlo.

Montenegro fue trasladado consciente a una Unidad de Pronto Atención (UPA), sin embargo, sufrió un paro cardiorespiratorio y falleció.

Según medios locales, el incidente generó conmoción en la comunidad, ya que, además de ser un habitual del gimnasio, él presidía el Centro Cultural Palácio dos Bonecos Gigantes de Olinda, organización conocida por preservar la tradición de los muñecos gigantes del carnaval brasilero.

Según relató su familia al medio local G1 Pernambuco, Montenegro acumulaba más de tres décadas de experiencia en musculación y nunca había tenido incidentes durante su práctica deportiva. De acuerdo con ese mismo medio, en el momento del accidente estaba acompañado por un entrenador personal, quien señaló que el ejercicio formaba parte de su rutina normal.

Por su parte, el presidente del Consejo Regional de Educación Física de Pernambuco, Lúcio Beltrão, indicó a G1 Pernambuco que el tipo de agarre que utilizaba podría haber aumentado la probabilidad de que la barra se resbalara. Sin embargo, aclaró que no es posible afirmar oficialmente que esta técnica haya sido la causa del accidente.

Ronald Montenegro era muy apreciado en Olinda por su trabajo al frente del Centro Cultural Palácio dos Bonecos Gigantes, entidad que lideraba desde su creación y que resguarda más de 300 figuras tradicionales que desfilan cada año en el Carnaval de la ciudad.

De acuerdo con MixVale, su gestión favoreció la creación de nuevos muñecos, la formación de jóvenes titiriteros y la realización de exposiciones tanto dentro como fuera del país.

Originario de Olinda y residente del barrio Jardim Atlântico, también desempeñaba labores como trabajador autónomo en el área de logística. Era padre de dos jóvenes, Milena y Ronald Junior, de 25 y 18 años.

Según medios locales, quienes lo conocían destacan que sentía un profundo amor por el carnaval y las manifestaciones populares, dedicando gran parte de su vida a impulsar actividades culturales y mantener vivas las tradiciones locales.