Caron Mills es una joven de 24 años originaria de Devon, Inglaterra, qué gran parte de su vida ha tenido que lidiar con las burlas de las personas, pues sufre del síndrome de Polonia, el cual afectó el desarrollo de un lado de su cuerpo, llevándola a enfrentar múltiples desafíos físicos y emocionales a lo largo de su vida.

Según el diario británico “The Sun”, Mills fue diagnosticada poco después de nacer, ya que presentaba anomalías en su mano, brazo y pecho del lado derecho, siendo estás más pequeñas que las del lado izquierdo. Este síndrome, poco conocido incluso entre los profesionales médicos, significó para Caron y su familia una travesía llena de incertidumbres y falta de orientación.

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“Los médicos tuvieron que investigar mi condición antes de llegar al diagnóstico”, relató Caron al medio. A lo largo de su vida, ella se ha tenido que someter a ocho cirugías de mama y cuatro de la mano para tratar de corregir las discapacidades causadas por el síndrome de Polonia.

Recibió burlas en su adolescencia

La adolescencia de Caron estuvo marcada por el acoso y las burlas debido a las diferencias físicas que presentaba. “Mi lado derecho era una copa A y mi lado izquierdo una copa D, lo que se notaba mucho a través de mi camiseta”, comentó.

Además, agregó que “algunos de los chicos eran muy crueles y hacían bromas. Me he topado con esas mismas personas desde que salí de la escuela y no les guardo rencor. No quisiera que nadie se sintiera como yo en aquel entonces”.

En ese momento, para encajar ella utiliza camisetas manga larga que le ayudaban a ocultar su pecho y su mano. “Era consciente de mis diferencias todo el tiempo y me preocupaba no encontrar novio ni enamorarme”, afirmó.

A pesar de las adversidades, Caron encontró la fuerza para superar estos momentos difíciles y, con el tiempo, comenzó a aceptar y amar su cuerpo.

Tuvo que someterse a dolorosas cirugías

A los 15 años, Caron se sometió a su primera cirugía de mama, seguida de múltiples procedimientos reconstructivos en años posteriores. Estos procedimientos han tenido resultados positivos, permitiéndole sentirse “femenina y atractiva”.

“Me he interesado mucho en la medicina y quiero ayudar a otras personas afectadas”, aseguró Caron, quien ahora trabaja como embajadora de PIP-UK, un grupo de apoyo para personas con síndrome de Polonia.

Incluso, tuvo la oportunidad de conocer a otras personas con la misma condición, participando juntos en un desfile de moda para crear conciencia y celebrar la diversidad.

En el ámbito personal, Caron encontró el amor junto a Bradley, su novio de 25 años. “Ha sido muy paciente y comprensivo”, dijo Caron sobre su pareja. A través de su historia, Caron espera inspirar y dar esperanza a otros que enfrentan desafíos similares, recordando que “la felicidad está ahí para todos nosotros”.