Las pruebas de Evaluación Nacional del Progreso Educativo reflejaron una reducción histórica en el dominio de matemática en estudiantes de Puerto Rico entre 2019 y 2022, comparado con otras jurisdicciones de Estados Unidos.

Ningún estado tuvo mejoría en la prueba de matemáticas, principalmente agravado por la pandemia del COVID-19. Los estudiantes de 9 años (tercero o cuarto grado) mostraron la reducción más significativa en matemáticas según reseñó el New York Times.

La matemática es fundamental para todas las ciencias, tecnología e ingeniería. Nuestra capacidad para tener comunicación electrónica, intercambio comercial y transportación depende de las matemáticas. Desde nanotecnología para curar enfermedades hasta las exploraciones espaciales, la relevancia y el uso de las matemáticas son incuestionables.

No obstante, la problemática del dominio general de las matemáticas no es un fenómeno nuevo. Estas dificultades se han correlacionado con la falta autoconfianza del estudiante, deficiencias de los maestros, pobres condiciones escolares y a las actitudes negativas de los padres. La discalculia es una discapacidad neurocognitiva que dificulta el aprendizaje de operaciones matemáticas, pero ninguno de estos factores explica por completo el bajo rendimiento en matemática.

La “ansiedad a las matemáticas” es definida como la falta de confianza del estudiante para aprender esta materia y resolver problemas matemáticos. Aunque no es trastorno del aprendizaje, es una reacción afectiva y emocional negativa que puede incluir pánico, frustración y angustia hacia la materia. De hecho, es un asunto tan perjudicial socialmente que existen organizaciones como “The Maths Anxiety Trust” en Inglaterra, que intenta eliminar la ansiedad hacia las matemáticas trabajando directamente con los estudiantes, maestros y padres.

La doctora Wilmarie Díaz Flores realizó una investigación en la Universidad de Puerto Rico, Departamento de Psicología para medir ansiedad hacia las matemáticas en una muestra de adultos jóvenes, principalmente universitarios. Los resultados indican que a medida que mejoran las actitudes hacia las matemáticas se reduce la ansiedad, cónsono con otros estudios. Aquellos que reconocen el valor que tienen las matemáticas para sus metas futuras mostraron menor nivel de ansiedad. También, los datos sugieren que mientras más alta es la creencia de que cualquier persona puede aprender matemáticas, mayor es el nivel de ansiedad y menor es la actitud positiva hacia las matemáticas.

Los resultados obtenidos en ese estudio se relacionan al problema de desempeño en matemáticas en Puerto Rico. Siempre ha existido preocupación respecto al número de estudiantes que optan por grados universitarios en ciencias, tecnología, ingeniería y matemática porque una merma significativa en el uso aplicado de las matemáticas atenta contra nuestra vida como sociedad. Es un asunto que no deja de ser alarmante para los educadores e investigadores que exploran este tema.

Puede ser que la ansiedad a las matemáticas lastime la autoestima porque la probabilidad de equivocarse normalmente genera preocupación y estrés. A fin de cuentas, la matemática es representativa de exactitud en la mente de cada uno de nosotros. La posibilidad de errar en un cálculo matemático podría convertirse en una amenaza psicológica, activando nuestro sistema nervioso en modo de defensa o escape para protegernos y sobrevivir. El problema amerita pensar en otras hipótesis e investigaciones que reevalúen el proceso de enseñanza-aprendizaje y toda la “psicología” detrás de las matemáticas.