Hace unos días, durante un taller que ofrecí acerca del proceso de la muerte y las pérdidas, toqué el tema de lo beneficioso que resulta el tomarnos el tiempo de entablar relaciones significativas. No hay duda de que, entre amigos, la vida se pasa mejor. Cuando nos ocupamos de construir puentes de cariño, el viaje se hace más corto porque las alegrías se multiplican y los sufrimientos, al ser compartidos, pierden fuerza.

Una de las jóvenes participantes en el taller me preguntó si era algo “malo” ser selectivo al escoger amistades. Me dio la impresión de que el haber sufrido alguna decepción con amistades la había tornado algo temerosa a la hora de abrirles esa puerta a otros. Mi contestación, que hoy comparto con ustedes, fue que no, no es malo ser selectivo a la hora de escoger amistades, pero tenemos que ser bien honestos a la hora de preguntarnos el significado de la palabra “selectivos”.

A veces, el ser selectivos es una excusa para darles rienda suelta a nuestros prejuicios. Les ponemos cruz y raya a algunos, sin conocerlos bien, sencillamente porque hay algo en ellos o en su forma de ser que rechazamos. Y, en ese caso, podemos estar cerrándoles la puerta a relaciones maravillosas. También, podemos volvernos selectivos cuando nos negamos a hacer nuevas amistades por miedo a ser emocionalmente vulnerables. Hay personas que piensan que mientras menos personas quieran o amen, menos sufren. Siento decirles que está comprobado que es todo lo contrario. Mientras más relaciones significativas, amistades y seres queridos tengas a tu alrededor, más feliz serás.

Suelta aquellas amistades tóxicas, esas que no te hacen sentir orgulloso de quien eres, y agárrate de aquellas que te hacen crecer. Sé selectivo, pero, a la misma vez, obsérvate con honestidad. Verás cómo, entre amigos, siempre se pasa mejor.

Me pueden escribir a: lily@lilygarcia.net o acceder a www.lilygarcia.net

TÚ PREGUNTAS

Querida Lily:

Esta semana dos personas diferentes me dijeron que siempre estoy quejándome por todo y que soy negativa. Pienso que tienen razón y quiero cambiar, pero no sé cómo empezar. ¿Qué me sugieres?

Lourdes M.

YO TE RESPONDO

Estimada Lourdes:

Te felicito por dejarte ayudar. Otra persona, tal vez, estaría en negación y preferiría responsabilizar a otros. Te voy a dar un ejercicio sencillo. Vas a hacer una lista de lo mejor que te ha ocurrido en el día. A media mañana, apunta lo mejor que te haya ocurrido hasta entonces. A media tarde, vuélvelo a hacer y hazlo de nuevo en la noche, antes de acostarte. Haz esa lista todos los días y te estarás enfocando en aquello que te hace feliz. ¡Es una forma de comenzar!