Hablar de Carlos Merced es hablar de esperanza, fe, ilusión y plena confianza en Dios. Quien no le conoce no tiene idea de todo lo que ha tenido que pasar. Pero, como bien él dice, todo pasa, a pesar de que pasa de todo.

Cuando Carlitos me invitó a acompañarle en la presentación de su libro en Hatillo, no podía decirle que no, porque hay un compromiso por mi parte desde hace muchos años. Al igual que por parte de mi familia.

Le conozco desde que tengo uso de conciencia, porque mis abuelos eran compañeros de trabajo del papá de Carlos. Fueron compañeros durante muchos años en la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, y cada vez que Carlos Merced aparecía en un programa de TV en la época de gloria de la televisión puertorriqueña, mis abuelos se las echaban de que ellos le conocían desde pequeño y, así las cosas, hasta que la vida decidió ponernos juntos a trabajar.

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Así que esta columna es una invitación a que disfruten del libro Pasa de todo, pero todo pasa.

El libro tiene la estructura de una excelente obra de teatro. Está relatado en actos que, a su vez, se dividen en escenas.

La voz de Merced está muy presente, pues nos narra todo lo que ha pasado en sus años de vida. Esta joya que puedes conseguir en todas las librerías merece ser leído por todos los seres humanos, porque es la prueba viva de que pasa de todo, pero todo pasa.

El que no quiere creer en Dios, es porque no quiere, pues Dios se manifiesta de múltiples maneras y todos los días hace pequeños milagros. Sólo sabemos verlos y entenderlos si estamos despiertos.

En cada uno de los relatos que Carlos cuenta nos parecería que uno escucha su voz con esa chispa, gracia y alegría que le caracteriza, por lo que inevitablemente carcajadas salen y, por supuesto, lágrimas se asoman a los ojos. Es un testimonio de fe.

La fe es un concepto fundamental en la vida de muchas personas, ya que proporciona un sentido de propósito y significado. Esta puede ser definida como la creencia en algo o alguien más allá de lo que se puede percibir o demostrar científicamente.

La importancia de la fe radica en varios aspectos. En primer lugar, la fe puede brindar consuelo y esperanza en momentos difíciles. Cuando enfrentamos desafíos o adversidades, la fe puede ser una fuente de fortaleza y apoyo emocional. Nos ayuda a tener confianza en que las cosas mejorarán y que existe un propósito más grande detrás de nuestras experiencias. Prueba de ello son cada uno de los relatos del libro que hoy les comparto.

La fe es esa brújula interna que nos orienta hacia el bien y nos ayuda a tomar decisiones que vienen de la intuición, que es la voz de lo divino.

Otro aspecto importante de la fe es su capacidad para fomentar el crecimiento personal y espiritual. La fe nos desafía a explorar y desarrollar una relación con lo trascendental o divino, lo cual puede llevar a una mayor conciencia, paz interior y sentido de conexión con algo más grande que nosotros mismos. Con el testimonio de Merced, es imposible que no se fortalezca la fe de quienes le lean.

La fe desempeña un papel vital en la vida de muchas personas, brindando consuelo, esperanza y oportunidades de crecimiento personal y espiritual. Es una fuerza poderosa que puede influir en nuestras actitudes, acciones y perspectivas sobre la vida.

Si usted quiere ver la vida con otros colores, a pesar de cualquier cosa que sea que estás pasando, te invito a leer Pasa de todo, pero todo pasa.